Quienes asistieron al Mad Cool de 2022 posiblemente recuerden la odisea de volver desde Valdebebas a su casa. El festival ese año apostó por un plan de transporte que giraba alrededor de las VTC, y que de hecho le daba un espacio propio a Uber como uno de los patrocinadores. Los tiempos de espera, el aumento de los precios por la tarifa dinámica, que ese día llegaron a superar los 100 euros y el pasar por eso teniendo un espacio reservado terminó teniendo un efecto directo en la percepción de la empresa.
Ese día es el principal argumento que esgrimen desde la Comunidad de Madrid al hablar de su nuevo reglamento VTC, que va justo en la dirección opuesta de la controvertida «ley Uber» de la propia Isabel Díaz Ayuso. Control de precios, nivel mínimo de español, compensación para el cliente en caso de cancelación por parte del conductor y la obligación de tener una línea telefónica para atención al cliente son los puntos más llamativos del reglamento que aún espera aprobarse, pero que tiene nerviosas a las plataformas de transporte.
Al menos dos de las nuevas exigencias han encendido las alarmas de las plataformas: El límite de precios y la exigencia mínima de español. Son medidas que desde las plataformas se han calificado de innecesarias y en el caso de la exigencia mínima para propietarios de las licencias de taxis y VTC de hecho las nuevas plataformas de transporte se han apurado a asegurar que es una medida ilegal. Es evidente que en este punto no todas las plataformas son creadas iguales y algunas tienen más problemas con la exigencia del idioma que otras.
Además, hay nuevas estrategias de control en el nuevo reglamento para asegurar que quienes conduzcan los vehículos cumplan las condiciones. El asegurarse que solo haya un conductor por licencia tanto de taxi como de VTC, lo que no ha gustado demasiado a los dueños de licencias en ninguno de los dos sectores. Es además una medida complicada de implementar.
En cualquier caso el nuevo reglamento sigue en discusión. En cualquier caso es interesante el cambio de posición de la presidente de la comunidad de Madrid sobre las VTC. Sea por sus prácticas o bien por la respuesta del público Ayuso ha pasado de un apoyo casi incondicional a poner limitaciones bastante serias sobre las aplicaciones. Dado que viene de la mano de una liberalización bastante radical de los taxis, eliminando la limitación de horarios y permitiendo que bajen los precios oficiales hasta un 15%, una suma de factores que aunque han sido rechazados por sectores del taxi desde la comunidad esperan que los hagan más competitivos.
Pero para Uber, Cabify y Bolt el nuevo reglamento no solo les complica la vida en otra comunidad autónoma, y una tan importante como la capital. A eso se le suma ver como ya no pueden confiar ciegamente en que en las comunidades donde gobierna el PP podrán seguir funcionando sin problemas.
CABIFY: MÁS PREPARADA PARA LAS LIMITACIONES EN MADRID
De momento Cabify parece la empresa más preparada para operar según las limitaciones que impondrá la Comunidad de Madrid. La empresa española ya puso un límite en sus precios por tarifa dinámica, precisamente tras la debacle del Mad Cool de 2022, y según explican desde el comité de empresa de Vecttor, empresa que maneja las licencias de Cabify, ya hay un examen para conductores que les obliga a demostrar un mínimo de español. Vale decir que al usar la plataforma la experiencia es que en efecto la mayoría de los conductores son españoles o al menos de países de habla hispana.
De momento Cabify parece la empresa más preparada para operar según las limitaciones que impondrá la Comunidad de Madrid
Esto le da a la plataforma española una ventaja para adaptarse a los cambios en la capital. Al mismo tiempo es evidente que deben asumir un cambio en su relación con la comunidad. El final de la «ley Uber», o al menos un cambio importante en la forma en que aplica, puede seguir obligándolos a nuevos cambios en los próximos años. Pero al menos de momento es un paso importante, para quitarle parte de su mercado a sus dos grandes competidores.
UN CAMBIO DE LA RELACIÓN DE MADRID CON LAS APLICACIONES MÁS ALLÁ DE UBER
Más allá del caso específico de las VTC, sean Uber y Cabify o una de las más antiguas, es evidente que hay un cambio importante de paradigma en cuanto a la relación de la comunidad, y del ayuntamiento, con plataformas digitales que en un momento eran consideradas como vanguardia. Es que hace unas semanas el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida también expresaba su intención de regular las habitaciones de alquiler turístico señalando directamente a AirBnB.
Es una estrategia que muestra un cambio importante en la comunidad y el ayuntamiento, que viene después de repetir varias veces la importancia de la libertad de empresa. Puede ser un cambio de estrategia o la necesidad de resolver problemas que se les escaparon de las manos.
