Las ayudas al alquiler han sido una de las herramientas clave de las comunidades autónomas para ayudar a los ciudadanos a enfrentar la crisis económica que se alarga por un motivo u otro desde el año 2020. Pero en ocasiones terminan siendo un problema para los políticos, es el caso de Díaz Ayuso que ha tenido que escuchar como se le acusa de poner «trabas» en las ayudas para el alquiler de la comunidad. La crítica en esta ocasión viene desde Más Madrid y Mónica García se ha expresado en el Centro Cultural Miguel Hernández tras el nombramiento de los nuevos líderes vecinales de la formación.
Pero no es un problema que se limite a Madrid. En Andalucía Juanma Moreno llegó a señalar a su propia consejería de fomento por los «errores» y la lentitud del proceso y en Cataluña se retrasó el pago del bono hasta 6 meses en 2022. Es verdad que en la capital ha sido un problema señalado de forma recurrente, pero lo cierto es que estas ayudas directas que deben ser gestionadas por las comunidades han terminado resultando un verdadero dolor de cabeza.
Mientras tanto los afectados son los que siguen esperando. Plataformas como el canal de Telegram ‘afectados por el bono de alquiler joven’ o el ‘Sindicato de Inquilinas de Madrid’ de hecho se han organizado para protestar por el retraso en los pagos. Hay que decir que mientras las comunidades tienen esta discusión a lo interno Ayuso señala al Gobierno nacional por retrasarse en depositar en Madrid. Mientras tanto los meses siguen pasando y sigue siendo necesario pagarle a los caseros para mantener la vivienda.
Esta realidad es especialmente complicada en ciudades como Madrid y Barcelona, donde el alquiler es especialmente costoso. A esto hay que sumar que la crisis inflacionaria impulsada por la invasión rusa a Ucrania, y que puede empeorar una vez más debido a la situación en Palestina. Por tanto, estas ayudas pueden ser clave para algunos ciudadanos en particular para los jóvenes con sueldos iniciales para quienes van especialmente dirigidas estas ayudas. También hace que se vea con algo de suspicacia el anuncio de ayudas a las familias por parte de la Comunidad de Madrid.
20% YA PAGADO EN MADRID
Por el momento la Comunidad de Madrid ha ido poco a poco avanzando en los pagos, aunque quizás demasiado lento para algunos de los que esperan el pago. Hasta ahora se ha pagado el 20% de los bonos en fila y si bien es un avance el otro 80% sigue reclamando más velocidad. La ayuda fue aprobada en enero de 2022 por el Gobierno nacional, pero aún no llega a la mayoría de los ciudadanos de la capital que lo necesitan.
Es evidente que en este tipo de problemas cada uno busca a su culpable. Desde la comunidad han asegurado que harán todo lo posible para terminar de pagar los fondos aprobados antes del final del mes de octubre, asegurando que el retraso en los pagos se debe a un retraso de parte del Gobierno. En cualquier caso, aunque el pago ocurra no es una solución completa al problema de la vivienda, ni en la capital ni en el resto de España.
EL ALQUILER NO DEJA DE SUBIR
El problema real es que el precio del alquiler no ha dejado de subir en los últimos años. Según datos de Idealista del mes de julio el aumento interanual estuvo cerca del 10% además que subió en todas las provincias, aunque la subida está encabezada por Alicante, un 22,3% y Valencia, un 21,5% esto no quiere decir que Madrid y Barcelona, famosas por sus precios de alquiler especialmente altos.
En la capital los precios han subido un 10,2%, menos que en la ciudad condal donde los precios han subido hasta un 15,4%. Esto deja el precio del alquiler en Madrid en un promedio de 16,8 euros/m2 mientras que en Barcelona se eleva incluso a los 18,7 euros/m2. Es un punto delicado que hace necesarias las ayudas en primera instancia, pero que demuestra que no son más que una cura temporal que no permite a los ciudadanos resolver su propia situación.
LA PROTESTA DE LOS INQUILINOS
Esto último ha cambiado el enfoque de la protesta de la próxima semana en Madrid. Más allá de pedir mayor velocidad en el pago del bono los convocantes señalan que el problema real es el aumento sin control de los precios que hace complicado tanto el acceso como mantener una vivienda a largo plazo, así lo explican en sus redes sociales.
«Basta ya de la nefasta gestión del bono joven. Basta ya de alquileres imposibles. Basta ya de que los jóvenes seamos invisibilizados una y otra vez por las instituciones y este sistema que nos ahoga», se lee en la cuenta de X, la plataforma antes llamada Twitter, dejando claro que este pago no resuelve el problema de fondo.