Los radares de tráfico son la herramienta favorita de la Dirección General de Tráfico (DGT) para mantener el control de las carreteras y garantizar la seguridad vial en España. Sin embargo, recientemente, se han producido cambios significativos en la forma en que estos dispositivos miden la velocidad de los vehículos. Estos cambios están a punto de poner fin a la conocida «Regla del 5 y del 7», que ha sido utilizada por muchos conductores para evitar multas. En este artículo, exploraremos a fondo estas modificaciones y cómo afectarán a los conductores.
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Hasta ahora, la Regla del 5 y del 7 establecía que si un vehículo circulaba por debajo de 100 km/h, se permitía un margen de 5 kilómetros por hora para los radares fijos y 7 kilómetros por hora para los radares instalados en vehículos. Si la velocidad superaba los 100 km/h, se aplicaba un 7% de margen. Esto significaba que en una vía con un límite de velocidad de 120 km/h, el radar solo tomaría una fotografía si se superaban los 128,4 km/h o más.
