Remontada histórica. Atlético de Madrid, “qué manera de ganar, qué manera de sufrir”. Es la historia misma del club rojiblanco que plasmó Joaquín Sabina en el ‘Himno del Centenario’ de los colchoneros. Una de las hazañas que seguro inspiraron al genio de Úbeda (Jaén) fue la victoria en el Vicente Calderón por 4-3 ante el Barcelona del Dream Team en octubre de 1993. Un 0-3 no lo remonta casi nadie, salvo el Atlético, y menos ante ese Barça, que lucía espléndido, aunque solo se llevo la Liga de rebote por el empate del Dépor en la última jornada. Puma era el patrocinador técnico del ‘Atleti’, mientras que Kappa lo era del Barcelona.
ATLÉTICO DE MADRID, SABINA Y REMONTADA
“Qué manera de aguantar, qué manera de crecer, qué manera de sentir,qué manera de soñar, qué manera de aprender, qué manera de sufrir, qué manera de palmar,qué manera de vencer, qué manera de vivir”.Esta letra del Centenario es la letra histórica del Atleti, hasta que llegó al banquillo el Cholo Simeone. Si la hubiera escrito Sabina en el año 93, la habrían cantado en el Calderón muchas veces, pero habría sido atronador después de remontar como remontaron el 30 de octubre de ese año.
El Barcelona se presentó con sus mejores galas en el estadio de los colchoneros para jugar la jornada 9 Y vivió primero un sueño y luego, una pesadilla.
Los catalanes formaron con Zubizarreta, Ferrer, Koeman, Goiechea, Guardiola, Eusebio, Amor, Bakero, Beguiristáin, Laudrup y Romario. Mientras, el Atlético lo hizo con Diego, Solozábal,López Juanito, Pedro, Quevedo, Caminero, Pirri, Kosecki, Luis García y Manolo.
El partido parecía un trámite para los azulgrana que se adelantaron en tres ocasiones. Tres golazos de Romario en la primera parte dejaron, a priori, el partido encarrilado para el Barça. En el minuto 14 Romario anotó con la izquierda después de una combinación entre Bakero, Guardiola y Beguiristáin.
El brasileño hizo de las suyas minutos después y, tras recibir fuera del área, anotó con facilidad, dejando antes con el molde a un defensa al que burló con un control de pecho y un regate a modo de sombrero que dejó en ridículo a Roberto Solozábal. Era el minuto 25 cuando llegó el 0-2. Los rojiblancos estuvieron a punto de recortar distancias y Romario de hacer el tercero con una vaselina deliciosa que se fue al larguero. En el minuto 35, Michael Laudrup se sacó de la chistera un pase sin mirar que dejó solo a Romario, que esta vez la puso dentro. Golazo, 0-3 y choque sentenciado. Sentenciado para todos, menos para los colchoneros, que avisaron con un cabezado al palo antes del descanso.
ROMARIO MARCÓ TRES GOLES Y DEJÓ EL CHOQUE ENCARRILADO PARA EL BARÇA
A los tres minutos del segundo tiempo, el Barcelona dio vida al Atlético de Madrid, un pase atrás dejó al polaco Kosecki con ventaje ante el lentísimo Koeman. El atacante la colocó ajustada ante Zubi y levantó la esperanza en una grada que siempre cree en la machada. En el 58 se produjo la combustión que necesitaban los aficionados colchoneros. Una falta que estaba lejísimos la golpeó con dureza Pedro. Zubizarreta se la ‘come’ y 2-3-.
DE KOSECKI A CAMINERO PASANDO POR UN PENALTI NO PITADO
En el minuto 73 se produjo el empate del Atlético ante el Barcelona. Balón en largo del portero del Atlético, Ferrer, lateral derecho, despeja hacia el centro, la pelota la agarra Kosecki, que controla con la derecha fuera del área y en cuanto pisa el terreno de castigo, lanza un disparo que se cuela ajustado al palo. Partido nuevo y ventaja moral de los locales.
Último minuto del partido. Romario controla dentro del área en zona peligrosa y cuando gira para armar el disparo le golpean. Penalti claro, pero el árbitro, el colegiado andaluz Antonio Jesús López Nieto, de largo el mejor de Primera entonces, y considerado ‘halcón’, es decir, de los que no son ‘caseros’ y son valientes, se hizo el ‘loco’, no pitó nada y dejó seguir el juego. Contragolpe del Atlético, con Caminero al mando. Dos jugadores del ‘Atleti‘ por tres defensas del Barcelona, pero la pelota llega al atacante madrileño que define con clase ante la salida del portero Zubizarreta y coloca el 4-3. Locura en el Calderón. Inexplicable, pero bello. Algo mágico que solo es capaz de hacer el Atlético de Madrid. El Madrid lo ha hecho, pero en su competición fetiche, que no es otra que la Champions, y de otra manera, con otro marcador, menos desventaja. El PSG y el Manchester City lo vivieron en sus carnes, pero ni se parece a lo que vivió el Atlético ante el Barcelona una noche de otoño de 1993. Una noche justificó aquel «Papá, ¿por qué somos del ‘Atleti’?».