Esta semana los ojos de todo el planeta se voltearon en dirección a Israel después del atentado de Hamás que apuntó directamente contra blanco civiles y que dejó al menos 1.300 muertos y 3.000 heridos. Pero la respuesta del gobierno de Benjamín Netanyahu ha sido complicada de digerir para buena parte de occidente debido a su ferocidad, y a la disposición de atacar blancos civiles con tal de seguir haciendo daño a Hamás.
Pero la demostración de la disposición de Israel para anotarse una nueva victoria en este interminable conflicto es que han decidido dejar de lado la santidad del sabbat con tal de mantener la presión en la franja de Gaza. El país ha dado 24 horas a un millón de habitantes al norte del territorio para desplazarse, lo que ha hecho pensar que no solo se intensificaran los ataques aéreos de, sino que evidencia la decisión del país judío de realizar una incursión terrestre en el territorio palestino.
En el fondo si el objetivo del gobierno israelí es simplemente eliminar a Hamás no hay demasiadas opciones, y una incursión terrestre puede ser una mejor forma de apuntar contra blancos específicos que los bombardeos indiscriminados de los últimos días. Por tanto, no debería ser una sorpresa que recurren a estas medidas, al mismo tiempo no deja de ser una incursión con tropas armadas en un territorio controlado por otro país, lo que podría aumentar aún más las tensiones no solo con Palestina sino con vecinos como Irán y Egipto, incluso una Arabia Saudita con la que el país judío se encontraba en proceso de normalizar relaciones.
Lo cierto es que occidente seguramente estará viendo de cerca la dirección, de hecho la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen estará desde el viernes en Israel. En un momento en que las tensiones en Europa con la Rusia de Putín se mantienen en su punto más alto por la invasión a Ucrania y es evidente el interés de China por finalmente entrar al territorio de Taiwán, que la situación en medio oriente se vuelva a complicar podría ser catastrófico, por lo que el objetivo de varios de los aliados históricos de Israel seguramente sea contener la situación lo más rápido posible.
UN DÍA SAGRADO QUE ISRAEL HA DECIDIDO DEJAR DE LADO
Dado que el estado israelí está definido como judío no es especialmente extraño que tomen el día en que «Dios descansó» no solo como un día de descanso laboral, sino como un día de encuentro en todo el país. Por ello la disposición de tomar acciones en un sábado es tan llamativa, pero demuestra no solo la complicada situación del país, sino su disposición a reaccionar de forma rápida y mantener la presión.
Esto se manifiesta también en las pocas declaraciones que han dado figuras clave del ejército desde el ataque de Hamás. De ellas quizás la más dura ha sido la del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, quien explicó la estrategia de los últimos días de forma bastante explícita en una entrevista con The Times of Israel: «Estamos matando a muchos terroristas, a muchos comandantes, destruyendo la infraestructura terrorista que apoyó este crimen terrible y brutal (…) Gaza no volverá a ser igual».
UN CONFLICTO DEMASIADO LARGO
El conflicto Árabe Israelí es una de esas crisis permanentes que entran y salen de los titulares cada varios meses. Aunque en el tiempo se han presentado varias soluciones ninguna ha podido ser asumida por las dos partes, a esto hay que sumarle que con Netanyahu gobernando Israel y Hamás gobernando de facto en Gaza es complicado imaginar que se llegue a un acuerdo pactado de forma rápida, todo indica, por el contrario, que durante los próximos meses la franja de Gaza será hogar de más violencia.
En cualquier caso Israel ya debe plantearse qué hacer el día después de que terminé la incursión.
En cualquier caso, el país ya debe plantearse qué hacer el día después de que terminé la incursión. Hamás ha demostrado que es más peligroso de lo que se creía, y los actos violentos de estos días en Francia y China sugieren que quizás su alcance pueda ser más largo del esperado, pero solo un ataque en respuesta no resolverá la situación, como siempre en estas situaciones será importante que se tenga también una estrategia de salida.
Cuál será esta nueva estrategia es un misterio seguramente incluso para los participantes en el conflicto. Si bien claramente es imposible negociar la paz con Hamás será necesario hablar al menos de un alto al fuego en algún momento. Además de ser una crisis sería bueno tomar la oportunidad para que este conflicto dejará de entrar y salir de los titulares de los medios internacionales.