La plaza de toros de Las Ventas es, sin duda, uno de los edificios más importantes de Madrid. Más allá de la opinión de cada uno sobre la tauromaquia es difícil ignorar el peso histórico de la construcción y a las figuras que han pasado por allí, no solo toreros sino músicos, políticos y reyes. Pero justo al lado se puede ver de cerca uno de los dramas más comunes de la capital: los «sintecho» que duermen en el puente de la M30 para escapar de la lluvia.
Es un problema que tiene años, de hecho los vecinos de la zona confirman que siempre ha habido personas durmiendo allí. Esto lo confirman los propios «sintecho» de la zona que explican que han vivido allí en algunos casos hasta hace 15 años, algunos son extranjeros marroquíes o incluso latinos que no han sabido o no han podido insertarse a la sociedad, es evidente en algunos casos su poco manejo del idioma, y que trabajan limpiando parabrisas en la zona o haciendo malabares en los semáforos aledaños.
Algunos de ellos han instalado camas con colchones recogidos en las basuras cercanas y otros simplemente cuentan con un trozo de cartón y una mochila con sus pocas pertenencias que funciona como almohada improvisada. La mayoría de los transeúntes pasan de largo intentando no dar demasiada importancia a la situación
No es fácil dar un número exacto. Según quienes viven o frecuentan la zona el número oscila entre las 30 y 50 personas. Al mismo tiempo, como se evidencia al hablar con quienes viven allí no son violentos, ni generan mayores problemas con su presencia. El principal riesgo, por tanto, es para ellos mismos, que enfrentan a la intemperie los embates del calor en el verano y del frío en el invierno solo con la ropa que pueden tener en sus mochilas.
Son casi parte del paisaje y la solución al problema es complicada. Más allá del evidente problema de vivienda de la ciudad, que se evidencia en este tipo de situaciones, los «sintecho» muchas veces reniegan incluso de las soluciones que ofrece el ayuntamiento.
LA DIFICULTAD DE LLEVAR A LAS PERSONAS SIN HOGAR A UN REFUGIO
Según explican desde el área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid es más complejo de lo que puede parecer a primera instancia intercambiar la situación de calle por un refugio donde se les pueda ayudar también con la cocina. De hecho cuentan que el campamento de ‘Las Ventas’ ha sido motivo de varias llamadas para advertir sobre la situación, pero que las personas que viven allí en su mayoría prefieren quedarse.
«La primera intervención ante una persona en situación de sinhogarismo compete al distrito, que activa un protocolo por el que actúan profesionales del Samur Social, Policía Municipal y el Servicio de Limpieza Urgente (Selur)», explican y desde allí se actúa para intentar convencer a las personas de recibir la ayuda disponible.
«A partir de ahí, de forma continuada en el tiempo, los Equipos de Calle del Ayuntamiento, dependientes del área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, realizan un acercamiento a estas personas con el objetivo de forjar un vínculo con ellos que derive en su acceso a la red de atención municipal especializada. Se trata de un proceso lento y complejo, pero no desistimos. Se respetan en todo momento sus decisiones y tiempos», explican sobre las complicaciones para llevar a estas personas a un sitio más seguro.
Según comentan el invierno es quizás el momento en que más personas sin hogar recurren a los refugios. De hecho según explican cuando las temperaturas bajan se abren nuevas plazas y refugios extra para poder ayudar a las personas «sintecho» que buscan escapar del frío.
Los motivos para rechazar el refugio varían mucho. Al preguntarle a dos de las personas sin hogar de esta zona mantienen que simplemente «no les gusta», sin querer dar más detalles. Desde el ayuntamiento explican que pueden ser varios motivos, desde malas experiencias en el pasado, desconfianza de las fuerzas de seguridad en caso de ser inmigrantes ilegales o simplemente preocupación ante la dificultad de convivir con otras personas en situación similar. A pesar de todo insisten en que en la mayoría de los casos los refugios no tienen problemas de convivencia y que siempre están dispuestos a recibir a quien lo necesite.
LOS «SINTECHO» DE MADRID MÁS ALLÁ DE LAS VENTAS
Pero las personas que viven a la sombra de la mítica plaza de toros de Las Ventas no son los únicos que viven en situación similar. Según datos del Instituto Nacional de Estadistica en 2022 había 28.522 personas y aunque el 40% de ellos se quedan en refugios el resto de ellos rota su lugar de pernoctación entre plazas, cajeros de bancos y espacios como el puente que pasa sobre la M30.
Solo en Madrid, según datos del ayuntamiento, el número de personas sin hogar llega a los 1.600, con al menos 650 de ellas en situación de calle, aunque es un dato complicado de mantener al día. Es un drama complicado de ignorar y que cuando se escenifica al lado de un espacio tan icónico como ‘Las Ventas’ parece demostrar un fracaso como sociedad, que solo ha empeorado en los últimos años.
