A veces se tiene la suerte de atrapar una banda en el momento justo. Ese pequeño espacio en el que el grupo ya tiene tiempo conociéndose, pero no tanto que sus conciertos se sienten como un guión inamovible, donde todavía hay improvisación y sorpresa, en buen nivel por qué aún no se creen del todo su éxito. En ese precioso momento está Ginebras, y así fue evidente en su primera presentación en el Wizink Center de Madrid, aunque todo apunta a que no será la última.
Después de dejar la tarima a los novatos de Trashi, un grupo que ya da evidencia de lo potente que podrá ser, y a la fiesta electrónica de Elyella el cuarteto formado por Magüi (guitarra rítmica y voz principal), Sandra (guitarra solista y segundas voces), Raquel (bajo) y Juls (batería), tomó la tarima con la convicción de que era un momento único en su carrera, y que había que disfrutarlo. Esa energía contagió al público desde la primera canción, la divertida e irónica ‘Alex Turner’, que sirvió como abreboca para casi dos horas de concierto.
Entre lo que se hizo evidente con este paseo por sus dos discos es la capacidad que tienen de hacer canciones pop accesibles y pegadizas sin abandonar su actitud más rockera. Desde dejar caer un comentario criticando a Isabel Díaz Ayuso antes de empezar ‘Metro de Madrid’ o por la explosión de pesimismo en clave post punk en la que se convierte ‘Lunes Negro’ al tocarla en vivo junto a los miembros de Karavana. Pocos grupos dentro de esa cosa llamada indie pueden presumir de poder saltar entre temas tan pegadizos con tanta actitud en tan poco tiempo. Por el momento su concierto recordó al bombardeo de éxitos de Blink-182 tan solo unas semanas antes.
Pero a pesar de que las Ginebras repetían una y otra vez que no se creían del todo estar en la tarima del Wizink Center es evidente que se prepararon para ella a fondo. Desde la reaparición de Elyella para acompañarlas en ‘Bailando mal’, con todo y coreografía de boyband o Tiktok incluida, los globos y el confeti preparados para el evento o el estudiado juego de luces la noche del 12 de octubre fue evidente que ya no se trataba de novatas que peleaban por contar con una sala madrileña, sino de unas veteranas de mil batallas en festivales. Al final parecía que se lo empezaban a creer, lo que les puede permitir dar otro paso en su proyecto de conquista pop del indie español.
Además, contaron con el apoyo evidente del público. Desde los aplausos a la banda cuando narran su vida en la tarima, además de ser un grupo profundamente autobiográfico a la hora de componer las propias Ginebras aceptan que no pueden evitar hablar al tener un micrófono al frente. Pero eso permitió que tuvieran la compañía de un Wizink center al lanzarse a temas como ‘La ciudad huele a sudor’, ‘Filtro Valencia’ o ‘Todas mis ex tienen novio’. Sumadas a los momentos bailables en ‘Que Gozadita’ o el toque de ska que cierra ‘Omeprazol’ fue evidente que la banda puede generar una fiesta sin ayuda. Están en un momento musicalmente dulce, y aunque pueden mejorar de momento hay magia en el aire.
WIZINK CENTER EN CLAVE INDIE
Dorian, Love Of Lesbian, La M.O.D.A. y Ginebras. Es solo una lista de los grupos dentro de la esfera de lo indie, cada vez más amplia, y que poco a poco ha convertido al Wizink Center en un templo del género. Es cierto que el viejo palacio de los deportes no se limita a este tipo de sonidos, ni solo a eventos musicales, pero parece innegable que se han vuelto una pieza clave de su programación.
Esto no es motivo para ignorar lo especial que son las Ginebras en este aspecto. Aunque el grupo tiene predecesoras dentro de esta escena, siendo Cariño las más evidentes, es importante señalar la puerta que abrieron. Que en 2023 un grupo de rock, y uno que a pesar de sus instintos pop tiene alguna pincelada de punk, formado por mujeres haya llenado el espacio es importante. Para la banda parece un capítulo clave de su leyenda.
EL FUTURO COLORIDO DE GINEBRAS
Vale decir que todo indica que la banda no ve su paso por el Wizink como una coronación, sino como un nuevo comienzo. Llegaron allí tan solo 5 años después de su primer concierto, por tanto, no es difícil imaginarlas como cabeza de cartel o en un escenario como el Metropolitano o el Santiago Bernabeu. Aún no están allí, pero si Ginebras sigue sumando fanáticos leales, canciones pegajosas y presentaciones extraordinarias los escenarios más grandes y los premios llegarán solos, y por eso mismo hay que verlas ahora.