Casi de forma diaria es posible que te enteres del divorcio de alguien conocido. En la actualidad el número de separaciones es considerablemente alta en comparación a décadas pasadas, en las que un matrimonio podía durar realmente hasta que la muerte los separase.
¿Acaso ha cambiado la idea del amor? ¿Qué se esconde tras el aumento en el número de divorcios en la actualidad? Sin duda alguna, la determinación de uno de los miembros de la pareja puede poner fin a una relación que no va ya a ningún lado, pero ¿Cuáles son los principales detonantes? ¿Qué razones pueden llevar a que finalmente se firme el divorcio, en el mejor de los casos, de mutuo acuerdo?
3Tener que soportar conductas agresivas
No solo los golpes pueden ser sinónimo de agresividad en una pareja. De hecho, el maltrato psicológico puede afectar considerablemente a uno de los miembros y, definitivamente, la agresividad en la pareja puede ser una causa de divorcio.
Cuando existe un patrón de agresividad continua en la relación, se pueden generar problemas sin resolver y un ambiente tóxico que afecta la convivencia y el bienestar emocional de ambos cónyuges.
La agresividad constante puede manifestarse a través de discusiones intensas, insultos, humillaciones o incluso violencia física. La agresividad en la pareja no solo afecta a los cónyuges, sino que también puede tener un impacto negativo en los hijos y en el ambiente familiar en general.