La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y ha demostrado su utilidad en una variedad de campos, desde la medicina hasta la industria automotriz. Sin embargo, como ocurre con cualquier tecnología poderosa, también puede ser utilizada de manera inapropiada o dañina. Uno de los ejemplos más preocupantes de este tipo de uso es el surgimiento de programas como Clothoff, una IA capaz de crear imágenes falsas de personas desnudas a partir de fotografías de ellas vestidas. En este artículo, exploraremos los peligros de esta tecnología y la importancia de abordar estos problemas de manera responsable.
4Clothoff se desentiende de la polémica
Si analizamos los términos y condiciones de esta herramienta de inteligencia artificial, se destaca principalmente que la responsabilidad recae en el usuario. En otras palabras, la plataforma se desliga de cualquier responsabilidad sobre el uso que se pueda hacer de las imágenes generadas, como posibles intentos de extorsión u otros fines ilegales. El sitio web enfatiza que el usuario «es el único responsable de no utilizar la aplicación con propósitos ilícitos o no autorizados». Esto indica claramente que la plataforma no desea asumir responsabilidad legal por el uso indebido de su tecnología.
Un aspecto relevante también se relaciona con el tratamiento de los datos de las imágenes cargadas o generadas. En varios lugares de la página, se incluyen mensajes que indican que no se almacenan datos de ningún tipo. Esto sugiere que una vez que se ha utilizado la imagen de entrada en la IA, esta se elimina de la base de datos de la plataforma.
No obstante, como solemos aconsejar, es sensato mantener una actitud cautelosa ante estas herramientas. Por lo tanto, no recomendamos cargar imágenes personales ni reales, ya que siempre existe la incertidumbre en cuanto al tratamiento real que se hace de ellas.