Los expertos coinciden en que la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una tecnología imprescindible e imparable. Esta tecnología tiene un impacto significativo en áreas como la salud, la energía y el transporte, y su influencia seguirá creciendo en el futuro. La IA puede mejorar la navegación, la geolocalización y la atención médica, pero también plantea desafíos éticos y sociales, como la creación de contenido sintético que puede ser difícil de distinguir de la realidad. Por estos motivos y muchos más, la Comisión Europea tiene planeado imponer una serie de barreras para frenar el avance de las IA. A continuación te contaremos cuáles podrían ser las medidas que se tomaran en un futuro.
9No es momento de mirar hacia otro lado
Otro riesgo importante es el sesgo y la discriminación. La IA puede aprender sesgos presentes en los datos de entrenamiento y perpetuarlos en sus decisiones y recomendaciones. Esto puede llevar a discriminación injusta en áreas como la contratación, la financiación y la justicia. Además, la dependencia excesiva de la IA en ciertos sectores, como la atención médica o la conducción autónoma, plantea preocupaciones sobre la falta de control humano en situaciones críticas.