La litiasis renal, conocida como cálculos renales, es una condición caracterizada por la formación de piedras en los riñones que afecta tanto a adultos como a niños.
La aparición de este trastorno a edades tempranas representa un desafío para los profesionales y para las familias, ya que puede tener repercusiones significativas en la salud y el bienestar de los más pequeños.
En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en el número de casos de litiasis en niños, lo que plantea serias consecuencias para la salud y el bienestar de la población pediátrica. A pesar de que el número de casos de litiasis renales es inferior a la población adulta, ha aumentado la incidencia en pediatría hasta un 4 % anual, reportándose en los países occidentales entre 14 y 120 casos por cada 100.000 habitantes.
En la litiasis renal se forman depósitos sólidos en los riñones, que pueden variar en tamaño, localización y composición. Estas piedras en la vía urinaria pueden producir molestias o dolor al orinar, sangrado, favorecer la infección de orina e, incluso, pueden obstruir el flujo normal de la orina, causando daño renal a largo plazo. Los síntomas varían en función de cada paciente y la edad de este, pudiendo pasar desapercibidos en algunos pacientes y motivar el ingreso hospitalario en otros.
En lactantes y niños menores de 3 años, la presencia de un cálculo en el tracto urinario puede provocar síntomas inespecíficos como irritabilidad, llanto, emisión de orina oscura, trastornos gastrointestinales o fiebre. Según la Dra. Laura Burgos, uróloga y experta en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de patologías urológicas en la edad pediátrica en ROC Clinic, «la presencia de factores predisponentes es un factor clave, ya que supone un mayor riesgo de recidiva si no se corrige este factor predisponente, haciendo muy importante la prevención de los mismos».
¿Cuáles son los factores que contribuyen al aumento de litiasis infantil?
La predisposición a la formación de litiasis viene condicionada por factores metabólicos, anatómicos, genéticos e infecciosos. Los pacientes con anomalías de la vía urinaria, infecciones de repetición o alteraciones metabólicas deben seguir un control y vigilancia estrecha por su especialista, para disminuir el riesgo de litiasis.
Pero hay otros factores externos que influyen en la aparición de litiasis y sobre los que se puede actuar, y entre ellos son cruciales la dieta y la hidratación adecuada. El consumo excesivo de alimentos ricos en sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas, junto con una ingesta insuficiente de frutas y verduras, aumenta las posibilidades de formación de cálculos renales. Adicionalmente, el sedentarismo y la falta de actividad física en ellos también juegan un papel crucial en el desarrollo de la litiasis.
El estilo de vida moderno, caracterizado por largas horas frente a pantallas y disminución de la actividad física al aire libre, ha llevado a una reducción en la movilidad y al aumento de la obesidad infantil. Estos factores contribuyen directamente al aumento de la incidencia de cálculos renales en la población pediátrica.
Desde ROC Clinic, quieren concienciar a los padres, ya que es fundamental abordar este problema de salud pública de manera integral. Los esfuerzos deben centrarse en la educación y concienciación de los padres, cuidadores y profesionales de la salud sobre los riesgos asociados con la litiasis infantil y la importancia de una dieta equilibrada y la hidratación adecuada. Es importante implementar políticas que promuevan la actividad física regular y, de esta manera, reduzcan el tiempo sedentario en los más pequeños.