La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha anunciado que el consistorio estudiará acciones legales si se paraliza la ampliación del Puerto de Valencia por voluntad política porque entiende que podría haber prevaricación.
Catalá se ha pronunciado en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación al preguntarle por la preocupación mostrada por los empresarios por la posible paralización de la ampliación del Puerto de Valencia presuntamente utilizada por Esquerra Republicana y Junts como moneda de cambio para facilitar la investidura de Pedro Sánchez al Ejecutivo.
«Estamos estos días trabajando los presidentes de la Generalitat, de la Diputación y el consistorio y no vamos a tolerarlo –la paralización–. Si no, valoraremos cualquier acción o iniciativa. Si se paraliza por motivos políticos, valoraremos cualquier acción legal porque vamos a llegar hasta el final». Y ha apostillado: «Las administraciones no pueden boicotear un proyecto de infraestructuras por voluntad política, y si lo hacen, podrían prevaricar. Por voluntad política no se paraliza nada», ha subrayado.
Catalá ha afirmado que tienen una «sospecha muy clara» de que Esquerra Republicana y Junts están poniendo esta cuestión por delante ante la investidura de Sánchez. Interpelada por si esta información es fehaciente, ha respondido: «Nos ha llegado por fuentes que consideramos que tienen credibilidad y nos preocupa».
«Yo ya dije ayer –ha agregado– que no vamos a tolerarlo. Las administraciones valencianas estamos todas a una. Este pueblo no se arrodilla frente a ninguno y no vamos a tolerar ser una moneda de cambio en la investidura porque un grupo minoritario de separatistas quiera mermar las posibilidades del Puerto de València en beneficio del Puerto de Barcelona», ha aseverado.
Así, ha pedido: «Que compitan los dos puertos en condiciones de igualdad; que se invierta en el Puerto de Barcelona, se invierta en el de València; que si se autoriza la ampliación del Puerto de Barcelona, también el de València; y que compitamos en condiciones de igualdad».
A su juicio, «poner piedras en el camino al Puerto de València para favorecer el de Barcelona y someter al pueblo valenciano a unos deseos de un grupo minoritario para una investidura me parece lo más fuerte y grave que puede vivir este pueblo», ha subrayado.