Para nadie es un secreto el problema del desempleo en España, sobre todo para los jóvenes. Con los datos de paro entre los 18 y los 25 años por encima del 27% este año, un dato en el que el país supera a los 27 de la unión incluyendo a Grecia (23,6%) y a Suecia (21,3%). Estos datos tienen un efecto evidente en los índices de pobreza juvenil, y quizás un efecto preocupante en las posiciones políticas de los menores de 45 años, que han lidiado los primeros años de su vida laboral en una crisis permanente.
Según datos de la Oficina Europea de Estadística los datos de niños y jóvenes en situación de pobreza, o en riesgo, de España son superiores al 25% los terceros más altos de toda la Unión, superados únicamente por Bulgaria y Rumania, cuyos datos se acercan al 45% y al 35% respectivamente. Pero aunque haya dos economías europeas con una peor situación a los jóvenes no parece un podio en el que el Gobierno quiera estacionar la moto española.
La situación es delicada, sobre todo con la posibilidad de una repetición electoral flotando en los titulares. Pero aunque Pedro Sánchez consiga formar gobierno el desempleo seguirá siendo un problema para él, y para los españoles, que parece que cada vez se sienten más cómodos mirando al exterior para buscar oportunidades. Dado que la tasa de desempleo española sigue siendo una de las más altas del continente, un 12,9%, tampoco hay alguna indicación de que la situación mejore con la experiencia.
La situación es delicada, sobre todo con la posibilidad de una repetición electoral flotando en los titulares.
Pero esta realidad parece estar afectando la percepción del sistema político. Ya son varios los estudios que muestran la normalización de posiciones radicales en política, además evidenciados en la existencia de Vox, Sumar y la mejora electoral de Bildu. Globalmente, la situación es parecida debido a los , con una encuesta reciente de la fundación Open Society mostrando que globalmente un 47% de los menores de 35 años no opinan que la democracia sea necesariamente la mejor forma de gobierno, y un 35% diciendo que una dictadura militar o un gobierno civil pero autoritario serían aceptable con tal de que se resuelvan los problemas económicos.
Dado que los millennials y la generación Z están asumiendo su segunda gran crisis global en época laboral, con la crisis de 2008 y la pandemia de 2020 dejando una marca evidente en su crecimiento laboral, así como en la posibilidad de acceder a la vivienda o a un vehículo propio. Si esa es la situación de la «clase media» es evidente que es peor entre los ciudadanos en situación de pobreza, por lo que tiene sentido que los ciudadanos en países democráticos, que no han vivido en sistemas autoritarios, los vean como opciones viables.
DESEMPLEO EN ESPAÑA: UN PROBLEMA ESTRUCTURAL
La situación del paro en España no es una novedad. Desde la crisis de 2012, en la que llegó a estar desempleada una cuarta parte de la población. Desde entonces las tasas de desempleo altas se han considerado una parte de la situación normal, con el número más bajo desde entonces siendo el 12,9% de este año, visto como un motivo para celebrar por parte del Gobierno actual.
Si bien los datos han ido acercándose a los mejores números en el país, de 8,3% de desempleo en 2006 ese dato sigue siendo demasiado alto. Aunque algunos analistas creen que parte del motivo es la estadística tan alta de economía sumergida en el país. Algunos datos ponen el porcentaje de empleos en negro cerca del 8% de la población, si bien es complicado de demostrar también apunta a un porcentaje demasiado alto de empleo que no genera cotización en la seguridad social. De cualquier modo es un dato que ha seguido mejorando progresivamente, pero muy por debajo del ritmo del resto de la Unión Europea.
LA MOTO DE PEDRO SÁNCHEZ NO LLEVA A LOS JÓVENES
Mientras que el dato en niños y jóvenes siga a los niveles que está, y vecinos como Francia o Italia sigan teniendo mejor situación seguirá empujando la migración, y creando un segundo problema en cuanto a las pensiones a futuro. Es que si la situación de los jóvenes no mejora problemas como la poca natalidad también pueden empeorar, sobre todo si se mantienen problemas simultáneos como la crisis inflacionaria y el acceso a la vivienda.
Dado que hace poco desde el Gobierno se dijo que la economía española iba «como una moto» es llamativo que no se muestre la preocupación esperada ante estos indicadores. Además, la situación de los autónomos y las pymes evita que algunos de estos jóvenes se atrevan a emprender debido a los altos impuestos. Es una suma de problemas que no parece que se puedan resolver en el corto plazo, sobre todo con el estado más preocupado por la situación de los funcionarios y los pensionados.