Desde que salió de Operación Triunfo Aitana ha sido una de las figuras clave del pop moderno. La cantautora no tardó demasiado en ponerse en un lugar privilegiado dentro del imaginario pop español gracias a éxitos radiales como ‘Teléfono’, paseos en el mundo del rock como ’11 razones’ y por la pegajosa ‘Mon Amour’ junto a Zzoilo, un tema de esos que se quedan permanentemente en el cerebro del oyente una vez que se lo consigue en la radio. Esto transformó a ‘Alpha’, su tercer disco de estudio, en uno de los más esperados de 2023.
Otros artistas podrían haber sufrido mucho por esta presión pero para la catalana ha sido una excusa para soltarse el cabello y divertirse. Es que las 15 canciones que forman ‘Alpha’ parecen diseñadas como una noche de fiesta en España, con todo y los momentos lentos. Sobre los sonidos del pop electrónico europeo de los 90, un estilo que ya ha inspirados trabajos de artistas tan disímiles como Daft Punk, Phoenix o Sebastián Yatra, la artista construye un disco que se siente alocado, aunque sí se ve con lupa se evidencia que cada uno de los detalles está pensando con cuidado.
Parte de esa construcción se debe a los dos productores del disco. Mauricio Rengifo, parte del dúo de música urbana colombiano Cali & el Dandee, y Andrés Torres, productor clave del pop latino que además ha colaborado con David Bisbal, Fangoria y la Santa Cecilia. Es el mismo dúo que acompañó a la catalana en su disco anterior, ’11 razones’ de 2020, pero que aquí parecen estar mucho más sincronizados por el estilo más pop y electrónico del trabajo.
Pero el acercamiento a la música bailable puede hacer el disco accesible y fácil de escuchar, pero esto no quiere decir que la autora haya perdido su capacidad lirica. Además de ser canciones pop perfectas, al menos varias de ellas, sigue habiendo poesía en especial en piezas como ‘Los Ángeles’ o ‘The Killers’, que viven en la contradicción de la nostalgia, la tentación, las luces de neón y los estadios llenos. Para un disco tan pop de hecho que se deje caer el nombre de una banda como The Killers deja claras las intenciones de la compositora.
Aitana y su complicidad con el público la encumbran al mismo nivel que las grandes divas del pop
Irónicamente, esa propia perfección hace que el disco sufra un poco al escucharlo de forma repetida. Aunque solo dura 40 minutos las fijaciones estilísticas terminan haciendo que los temas se confundan, y la presencia de sencillos previos como ‘Formentera’ junto a Nicky Nicole rompen un poco la secuenciación. Pero aun así es un buen punto de entrada para la artista, y otra confirmación que aunque no sea una revolucionaría del pop como Rosalía o una rebelde como su amiga Amaia son pocas las compositoras con mejor instinto para hacer canciones adictivas, que pueden saltar de la radio a las discos y a los estadios sin ningún problema.
LA TRANSFORMACIÓN DE AITANA LLEGA AL ESCENARIO
Pero la transformación de Aitana no se queda en el disco. Los vídeos de la gira, que pasará por Madrid en noviembre y diciembre, muestran a la catalana transformada, inspirada no solo en las divas pop de los 90 sino evidentemente en sus contemporáneas anglosajonas como Dua Lipa o Lady Gaga. Más sugerente, más brillante y más grande la puesta en escena es la de una absoluta artista que brilla con luz propia.
Además, intenta que el público entre en ese ambiente. Aunque no es obligatorio, la cantante ha recomendado un «dress code» especial que reduce a unos pocos colores la ropa que desea ver en sus fanáticos en cada ciudad de forma de crear un ambiente de comunidad en cada concierto.
Es un complemento perfecto a las canciones nuevas. El disco suena a bola de espejos alumbrada con neón así que tiene sentido que la gira tenga estas dimensiones, como también se explica por qué ha sido su momento para terminar su entrada en el mercado internacional, con una larga lista de fechas desde México hasta Argentina, aunque aún no parece atreverse a lanzarse al mercado anglosajón.
UN MOMENTO INTERESANTE PARA EL POP ESPAÑOL
Lo cierto es que además de Aitana es un momento interesante para el pop español. Además de figuras ya mencionadas como Rosalía o Amaia nombres como C. Tangana, Marc Segui o Quevedo abren un abanico que va desde lo más alternativo a lo más urbano con un ansia de conquistar el mundo evidente en cada verso. Es un panorama alentador, que muestra tanta variedad como capacidad de llevar las canciones a la cima de las listas de éxitos.
A esto se le puede sumar una lista importante de artistas de indie y rock como Arde Bogotá, Confeti de Odio y Ginebras, proyectos que dan vida a las salas de concierto y que muchas veces se roban los festivales sin demasiado problema. Es una mezcla interesante de sonidos que en un momento en el idioma español es clave para el negocio de la música y puede poner más ojos de los normales en España.