El Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) continúa en huelga contra los estudios, y una de las demandas que exigen es un mayor control sobre la Inteligencia Artificial, capaz de recrear sus caras o sus voces. La última personalidad crítica ha sido Zelda Williams, la hija del fallecido Robin Williams.
La actriz publicó un comunicado en sus stories de Instagram en el que expuso su posición con respecto al uso de la IA en el cine. «No soy una voz imparcial en la lucha del SAG contra la IA», comienza la intérprete. «He sido testigo durante AÑOS de cuántas personas quieren entrenar a estos modelos para crear/recrear actores que no pueden dar su consentimiento, como papá. Esto no es algo teórico, es muy, muy real», expone.
«Me han dicho que la gente utiliza la IA para que su ‘voz’ diga lo que ellos quieran y, aunque personalmente lo encuentro inquietante, las ramificaciones van mucho más allá de mis propios sentimientos», añade Williams. Su padre falleció en el año 2014.
Las IAs son alimentadas con todas las imágenes, vídeos y grabaciones posibles de la personalidad a la que quieran replicar. Una vez que han reunido y procesado el material, estos sistemas son capaces de generar dichas recreaciones sin que exista consentimiento previo.
«Los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, dar voz a los dibujos animados, poner su esfuerzo y tiempo HUMANO en realizar su actuación», denuncia Williams. Esa falta de protección frente a la IA es uno de los principales puntos por los que el SAG-AFTRA se mantiene en huelga, tal y como hicieron los guionistas antes que ellos.
«Estas recreaciones son, en el mejor de los casos, un pobre facsímil de personas más grandes, pero en el peor caso, un horrendo monstruo frankensteiniano, improvisado a partir de lo peor de todo lo que es esta industria, en lugar de lo que debería representar», sentencia la actriz.