El responsable de prensa de la Federación Galega de Caza, Antón Arrojo, observa que en «el monte o el rural hay igual o menos jabalís que en años anteriores», si bien apunta a una «mayor presencia en zonas urbanas o periurbanas» en Galicia.
Arrojo apunta que «hay un problema de jabalí», pues «por desgracia, crea muchos accidentes de tráfico como se vio en Chantada», con dos jóvenes fallecidos en agosto, pero «no hay una plaga». «No es que haya más jabalí, es que está donde no debería estar», razona.
La Xunta activó el pasado 16 de septiembre una emergencia cinegética de carácter provisional hasta el 25 de febrero de 2024 que permite cazar «sin límite» en un total de 248 municipios, un 80% de los ayuntamientos y de la superficie de la comunidad gallega. En sus 11 primeros días de puesta en marcha, las solicitudes de batidas fueron 131, según datos de la Consellería de Medio Ambiente.
Sobre la puesta en marcha de la emergencia cinética, Arrojo reconoce avances como una agilización en los trámites para pode hacer batidas o esperas, así como no verse limitados por cupos de límite en los tecores. Sin embargo, explica que el hecho de que se pueda cazar cualquier día no se traduce en mayores batidas, dado que «los cazadores son personas normales», son «albañiles, médicos o abogados» que durante «un lunes o martes trabajan», por lo que las cifras de batidas entre semana son «irrisorias».
«No estamos en contra de la emergencia cinegética, pero no hay una plaga de jabalís», incide. De hecho, cree que los avisos por daños en agricultura «están siendo menores». Pone de ejemplo que el tecor de A Terra Chá, el más grande de Galicia, le traslada que «está siendo el año con menos avisos» de percances al agro.
No obstante, Arrojo opina a que ahora hay «mayor presencia» en ciudades como A Coruña y Lugo, lo que «da una alarma a la población». «El jabalí es una animal muy astuto que se acerca a zonas urbanas y perirubanas en busca de refugio, alimento y, sobre todo, tranquilidad», pero recuerda que esas son zonas en las que los cazadores no pueden actuar.
Así, remarca que la presencia de este animal en zonas más pobladas hace que haya mayor riesgo de accidente de tráfico «en la comarca de O Deza que en A Fonsagrada», por ejemplo.
«El jabalí está más presente en la zona urbana o perirubana de Lugo que en la montaña de A Fonsagrada», estima. Relata que en A Fonsagrada «el nivel de jabalí es muchísimo menos», ya que hace años se cazaban 500 o 600 ejemplares, pero en la última temporada la cifra se redujo a 150.
CRÍTICAS DE ANIMALISTAS A LA CAZA DEL JABALÍ
Por su parte, entidades animalistas como la Fundación Franz Weber han criticado en los últimos días esta decisión de la Xunta, ya que consideran que supondrá un «rebote» en la población de esta especie. Critica que «la única alternativa» que ofrece el Gobierno gallego sea «sembrar los montes de plomo».
Precisamente, Pacma celebró la pasada semana una concentración contra esta «masacre», que sostiene que «solo responde a las necesidades del lobby de la caza para adelantar el periodo de caza del jabalí». «¿En qué se basa la Xunta para declarar la emergencia cinegética si no tienen censos de poblaciones de jabalíes?», se preguntaba el presidente de Pacma, Javier Luna.