Los profesores cualificados, motivados y con la experiencia suficiente son necesarios para que los alumnos y alumnas de una escuela de ballet puedan incorporar nuevos conocimientos y habilidades y crecer progresivamente en el ejercicio de la danza, la educación y el aprendizaje.
Actualmente, entre todas las escuelas de baile de Madrid, destaca la propuesta de la Escuela de Ballet Carmina Ocaña y Pablo Savoye. Ambos directores son formadores con una amplia experiencia a sus espaldas. En particular, Carmina ha formado a bailarines que actualmente forman parte de algunas de las compañías de baile más prestigiosas del mundo.
Carmina Ocaña y su trayectoria en el mundo del ballet
Carmina nació en Madrid y se formó en la Escuela Danesa de Ballet Clásico, donde obtuvo un título de honor y una medalla de oro a los 16 años. Después, consiguió un título de Matrícula de Honor en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Madrid.
Su trayectoria en la enseñanza privada comenzó en 1968. A su vez, en 1976 consiguió uno de sus primeros éxitos. En ese entonces, una de sus alumnas se convirtió en la primera española en obtener el Premio de Lausanne, en Suiza. Después, esta bailarina profesional fue codirectora del Boston Ballet hasta el año 2011.
A lo largo de su carrera, Carmina Ocaña ha sido directora de la Escuela de Ballet Clásico Nacional y maestra invitada en varias de las principales compañías de danza de España como, por ejemplo, el Ballet Nacional de España, el Ballet Clásico Nacional, la Compañía de Víctor Ullate y la Compañía de Joaquín Cortés. Desde el año 2003 codirige la escuela que lleva su nombre junto con el de Pablo Savoye, en Madrid.
Formadora de bailarines de prestigio internacional
Actualmente, hay exalumnos de Carmina en algunas de las principales compañías de danza del mundo, como el Nederlands Dans Theater, Stuttgart Ballet y los Ballets de las Óperas de Hamburgo, Berlín, Zúrich, Frankfurt, Düsseldorf, Dresden y Leipzig. Además, Carmina también ha formado bailarines del English National Ballet, Compañía de Maurice Béjart, Scottish Ballet y distintas compañías de Estados Unidos, como los Ballets de Cincinatti, Phoenix y Charleston.
También ha acompañado a lo largo de su carrera a profesionales que forman parte de ballets españoles como la Compañía Nacional de Danza (I y II), el Ballet Nacional de España, el Ballet de la Comunidad de Madrid y la Compañía Andaluza de Danza, entre otros.
Por último, muchos de sus alumnos han continuado su trayectoria en el mundo de la danza después de concluir su etapa como bailarines y, hoy en día, trabajan como maestros, directores de compañías, críticos o empresarios.
Entre las escuelas de baile que hay actualmente en Madrid, la Escuela de Ballet Carmina Ocaña y Pablo Savoye destaca, entre otros aspectos, por la amplia formación y experiencia de sus dos profesores.