El enfrentamiento entre taxistas y apps de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) como Uber o Cabify no es una singularidad de algunos puntos de España. O sí. La llamada ‘guerra del taxi’ tiene un escenario singular en cada ciudad global donde se libra la batalla.
Lo tenemos en diferentes escenarios repartidos por todo el mundo. Si en Nueva York un cambio de alianzas ha transformado el tablero, en Londres comparten mercado con los ‘minicabs’ y en Bruselas se ha unificado el acceso a la profesión de conductor.
En varias capitales, por ejemplo en París, ya puede solicitarse un trayecto y que acuda de forma indistinta entre uno y otro. De ahí la denominada como guerra del taxi, incluso entre el mismo servicio público.
La competencia desleal entre taxi y VTC también llega al mismo servicio público
Un enfrentamiento entre taxi y VTC en el que los primeros reclaman que estas empresas hacen competencia desleal, ya que no pagan tantos impuestos como ellos. Además, los trabajadores de estas empresas tienen empleos precarios: trabajan más horas y tienen un sueldo más bajo.
Esta resistencia de los taxis parisinos se ha beneficiado de las incipientes presiones judiciales sobre el modelo Uber. Ante la exigencia de considerar asalariados en lugar de autónomos a sus conductores, la multinacional anunció recientemente un acuerdo para pagar un mínimo de 7,65 euros a sus conductores por cada trayecto.
Eso hizo que actualmente resulte más barato utilizar un taxi para trayectos de corta distancia. Además, estos últimos imitaron el modelo de las VTC al digitalizarse y utilizar coches de alta gama, como sucede con la empresa G7. Y cada vez más plataformas de VTC, como Uber, Bolt o Free Now, ofrecen la posibilidad de pedir un taxi.
La tensión del taxi también existe entre los mismos conductores
Es más; en una entrevista en Antena 3 recogida por Efe, la presidenta regional ha asegurado que los conductores necesitan «ayudas y un enfoque diferente» para competir con las VTC, y ha añadido que «no se trata de que a las (empresas de vehículos de arrendamiento con conductor) VTC les vaya peor sino que al taxi le vaya mejor».
Aunque el razonamiento deja la puerta abierta a que a los coches de las plataformas de movilidad se les puede requerir una licencia adicional, la tesis sobre la proporción de vehículos que deben convivir en las ciudades es clara.
La consecuencia más esperada, por tanto, es la llegada de licencias en masa a algunas ciudades españolas, principalmente Madrid, donde actualmente operan 8.795 VTC y se encuentran bloqueadas otras 20.000, de acuerdo a distintas fuentes del sector.
Y claro, eso tiene consecuencias, también entre ellos mismos. Es lo que hemos visto con una grabación del creador de contenido Mariotaxi, que ha mostrado cómo un compañero le ha adelantado en plena calle para recoger un cliente, un hecho bastante desafortunado, desleal y que no se debería hacer.
@mariotaxi_ Ig: mariotaxi_ #MarioTaxi #TaxiMadrid #MarioIRL
Claro que no en todos los casos son así. Hay otras situaciones, como el sonado de Sevilla, donde varios conductores del VTC se pasaron al taxi, protegiéndose entre ellos. De hecho, en los últimos tiempos, el taxi parece haber encontrado en los conductores que proceden de las VTC una fuente de personal. «Hay seis o siete conductores de VTC que nos hemos pasado. Que sepamos, claro, pues hay gente que no lo dice. Si nosotros los conocemos, tratamos de ayudarlos, saber si le hace falta algo o si hay algún problema. Nos protegemos entre nosotros».