Las gambas al ajillo son un auténtico manjar que hace la boca agua a cualquier amante de la cocina mediterránea. En este artículo, te presentamos la receta de gambas al ajillo de Karlos Arguiñano, un plato sencillo, rápido y lleno de sabor que seguramente te hará chuparte los dedos. Además, te contaremos algunos datos curiosos sobre este delicioso platillo y cómo puedes personalizarlo según tus gustos.
3Paso 2: Fríe los Ajos y la Guindilla
Una vez que las gambas están listas, es hora de agregarles ese sabor característico que hace que las gambas al ajillo sean tan deliciosas. Para lograrlo, necesitarás una cazuela pequeña y una generosa cantidad de aceite de oliva.
Primero, vierte el aceite de oliva en la cazuela pequeña. Asegúrate de que el aceite cubra uniformemente el fondo de la cazuela, ya que será la base de tu receta. Luego, enciende la cocina a fuego medio y espera a que el aceite se caliente. Sabrás que está listo cuando comience a desprender un aroma suave y agradable.
Mientras el aceite se calienta, prepara los ajos y la guindilla. Pela los dientes de ajo y córtalos en láminas finas. Luego, corta la guindilla en aros. Estos dos ingredientes son clave para darle ese sabor inconfundible y un toque de picante a tus gambas al ajillo.
Una vez que el aceite esté caliente y fragante, agrega los ajos y la guindilla a la cazuela. Escucharás un ligero sizzle cuando entren en contacto con el aceite caliente. Este es el sonido que buscas, ya que significa que los sabores se están liberando y mezclando.