21 de las 23 futbolistas que convocó la seleccionadora nacional Montse Tomé han mostrado su «voluntad» de quedarse en la concentración de la campeona del mundo y viajarán a Gotemburgo para medirse a Suecia en el inicio de la Liga de Naciones, según confirmó el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos.
«21 jugadoras han mostrado su voluntad de quedarse. Tengo que ser sincero, las jugadoras están en un momento complicado y creo que es una buena noticia decir que la selección femenina disputará los dos partidos con garantías y victorias», señaló Francos a los medios tras reunirse con las jugadoras durante casi seis horas en un hotel de la localidad valenciana de Oliva.
El presidente del CSD confesó que les había «agradecido mucho el gesto» a las futbolistas. «Me parece que les honra», admitió. «Y quiero ser contundente en una cosa, hay dos que no se sienten con ánimos y fuerzas, pero que haya el máximo respeto con unas que con otras. Tenemos un gran equipo, campeón del mundo y hay que tener respeto por el conjunto de jugadoras», indicó.
El dirigente, que recalcó que este encuentro se desarrolló en un «tono amable» y donde todas las partes pudieron «hablar con absoluta libertad», recalcó que dos jugadores «han solicitado la posibilidad de abandonar al concentración por razones de falta de ánimo y malestar personal». «Esto es absolutamente respetable y el CSD, la RFEF y la seleccionadora han acordado que la fórmula a usar no conlleve sanciones, no queremos entrar en una deriva de sanciones», advirtió.
Francos reiteró que aunque la ley «dice que hay que sancionar» si no se acude a la selección, el Gobierno siempre ha tenido claro que «no quería y que iba a intentar evitarlo». «A nosotros no nos lo han dicho», zanjó preguntado sobre si las jugadoras se habían sentido presionadas para acudir por esta posibilidad.
«La primera cosa que las hemos transmitido es que quién no estuviese a gusto por la razón que sea que supiese que no se va a encontrar ni en la RFEF ni en el CSD con un proceso sancionador», sentenció. Además, aseveró que en su presencia el cargo de Montse Tomé «no ha estado en el debate».
Francos celebró «la voluntad de construir» en un encuentro donde se hablaron de «todos los temas que de los había que hablar» y donde se llegaron también «a una serie de acuerdos redactados y firmados por la RFEF y el CSD que irán en conjunto». Así, se constituirá «una Comisión Mixta de tres partes para poder hacer un seguimiento de estos acuerdos», detallando que los que «afectan» meramente a su organismo tienen que ver con temas de «políticas de género, de avanzar en la igualdad de salarios o la calidad de las infraestructuras».
El presidente del Consejo subrayó que las jugadoras habían mostrado «su preocupación ante la necesidad de hacer cambios profundos», los cuales el ente federativo «se ha comprometido a hacerlos de forma inmediata», aunque no se refirió a ninguno en concreto dejando esa comunicación en manos de la federación.
Francos reconoció que «no» conocía a las internacionales. «Lo primero que hice fue presentarme y decirlas que si había hecho algo mal o tenía que hacer algo diferente me lo dijesen. Ha sido una conversación de absoluta sinceridad y así nos lo han mostrado ellas, que también nos han agradecido la reunión porque han podido expresarse con tranquilidad», relató el dirigente, que aclaró que el CSD no había conseguido «nada». «Ha sido el conjunto de las partes, lo que podía ser un desastre no lo va a ser», afirmó.
DÍA LARGO, INCIERTO Y DE VIAJES
De este modo se pone fin a una día muy largo y complicado para las internacionales convocadas por Montse Tomé el pasado lunes ya que un amplio número de ellas insistió públicamente que su posición respecto al viernes no había cambiado, cuando dejaron claro en un comunicado su renuncia a ir con la selección si no había cambios más profundos en la RFEF.
Sin embargo, ante la posibilidad de ser sancionadas por la Ley del Deporte en caso de presentarse, aunque defendían que la convocatoria no había cumplido «en tiempo y forma» la normativa de la FIFA, finalmente decidieron presentarse, aunque no en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid) como suele ser habitual.
Así, en medio de mucha desinformación, las convocadas del Real Madrid (Misa Rodríguez, Tere Abelleira, Oihane Hernández, Olga Carmona y Athenea del Castillo) y del Atlético de Madrid (Eva Navarro) se concentraron con Montse Tomé y su ‘staff’ en un hotel de Madrid cercano al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, desde donde partieron pasado el mediodía con destino a Valencia, en concreto a la localidad de Oliva.
Allí era el lugar a donde se desplazaron el resto de internacionales desde diferentes puntos, entre ellas la delantera Lucía García y la defensa Laia Aleixandri, que viajaron desde Manchester (Inglaterra), mientras que Esther González, que tenía que volar desde los Estados Unidos, finalmente causó baja por lesión y fue sustituida por Cristina Martín-Prieto para una concentración donde no había programado entrenamiento para la tarde del martes.
En medio de la incertidumbre apareció un nuevo problema, el del retraso del avión que tenía que llevar a las jugadoras del FC Barcelona (Alexia Putellas, Mapi León, Irene Paredes, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí, Cata Coll, Ona Batlle y Mariona Caldentey) desde la Ciudad Condal y que provocó que la reunión prevista con Víctor Francos empezase ya de noche y se alargase hasta prácticamente el amanecer del miércoles.