El índice de criminalidad ha aumentado en España un 7,2% desde en el último año, pasando de 549.298 infracciones penales en el primer trimestre de 2022 a 588.785 en el mismo periodo de tiempo de este año.
España ha experimentado un aumento de la criminalidad en todas sus facetas, algunas son especialmente llamativas como es el caso de los secuestros, que del primer trimestre del 2022 (13) al mismo periodo del 2023 ascienden en 21 casos, lo que se traduce en un aumento del 161,5%. Según indican fuentes de JUPOL a Vozpópuli «hay que estar muy atentos por si es una tendencia».
El motivo de este aumento de la criminalidad según fuentes policiales se debe a una «evolución de la sociedad», que se lleva «produciendo de manera continuada en los últimos años». Lo que les lleva a constatar que «la inseguridad crece en España a medida que disminuye la inversión en las fuerzas de seguridad del Estado». Y añaden que otro de los problemas es la falta de medios «tanto materiales como humanos».
«Para garantizar la seguridad de los ciudadanos es imprescindible llevar a cabo una actualización del catálogo de puestos de trabajo de la Policía Nacional y dotar a los agentes de todos los medios materiales necesarios par ala lucha contra la delincuencia actual», señalan.
Este catálogo no se actualiza desde el 2008 y en este tiempo las cosas «han cambiado mucho» y demandan la «ampliación en base a la realidad delincuencial y social de España», además de «seguridad jurídica para los policías, para que no tengan miedo a actuar cuando tengan que hacerlo por las posibles consecuencias».
En referencia a la falta de protección para los agentes comentan que ahora las actuaciones se realizan con «cierto miedo», lo que ha provocado que «la sociedad no tenga respeto a las autoridades; que los delincuentes no les tengan autoridad y que crean que delinquir es gratis».
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Los datos ofrecidos por el Ministerio de Interior muestran que la comunidad que peores resultados tiene es Cataluña, donde en el primer trimestre del 2022 la criminalidad convencional se situaba en 92.462 casos para en el mismo periodo de 2023 lo que supone un aumento del 11,8%.
Lo que se traduce en el aumento de los homicidios dolosos y asesinatos consumados que pasan de 10 a 17 (70%), también crecen los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa de 45 a 56 (24,4%). Asimismo, los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria ascienden pasando de 784 a 863 (10,1%), también suben los secuestros pasando de uno a dos (100%).
En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, aumentan los casos pasando 750 a 880 (17,3%). En cifras pormenorizadas, las agresiones sexuales con penetración pasan de las 291 a las 328 (12,7%) y el resto de delitos contra la libertad sexual de 459 a 552 (20,3%).
Mientras que en el apartado de robos, los que se producen con violencia e intimidación ascienden de los 5.675 a los 6.053 (6,7%) casos. También crecen los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, de 6.845 casos a 7.429 (8,5%). Los robos con fuerza en domicilios se incrementan desde los 4.759 hasta los 4.945 (3,9%).
Otros delitos como los hurtos pasan de los 34.296 hasta los 41.950 casos (22,3%), las sustracciones de vehículos de 1.649 a 2.011 (22,0%). El tráfico de drogas crece, pasando de 1.021 a 1.073 casos (5,1%). Mientras que el resto de criminalidad convencional pasa de los 41.386 casos a los 43.072 (4,1%).
En el apartado de delitos relacionados con las nuevas tecnologías, la cibercriminalidad asciende de los 15.821 a los 17.110 (8,1%). Las estafas informáticas también presentan un incremento de casos pasando de los 15.303 a los 16.537 (8,1%). Mientras que otros ciberdelitos se han incrementado un 10,6% pasando de los 518 a los 573 casos.
Por eso mismo pese a que no es lo correcto, lo apropiado es llamar a la policía, en situaciones que por desgracia parecen haberse convertido del día a día, como hurtos o riñas, parece que la acción ciudadana es la única respuesta a ciertos grupos de personas que reinciden en la delincuencia y que parecen haber encontrado en ella su forma de vida, dando igual el origen, la nacionalidad o el sexo.