Muchos trabajadores que realizan cambios significantes en su rutina diaria durante las vacaciones padecen diferentes consecuencias cuando retoman la actividad laboral. Es lo que se conoce popularmente como síndrome postvacacional, un proceso normal que se experimenta cuando una persona debe reincorporarse a su trabajo y volver a su vida habitual.
No es raro, entonces, que la vuelta a la rutina sea complicada para algunos, para otros es mucho más. En España, 3 de cada 10 trabajadores sufren o sufrirán síndrome postvacacional, según datos de una encuesta elaborada por Adecco.
Así, para muchos españoles, volver al trabajo solo es una molestia mayúscula que enfrentan de la mejor manera posible y con gran filosofía, pero para otras personas, este esfuerzo de volver a la rutina supone un problema mayor.
Estrés, depresión y ansiedad, las principales dolencias del síndrome postvacacional
Los principales problemas de salud que se manifiestan después de largos episodios vacacionales son el estrés, la depresión y la ansiedad.
En muchos casos viene asociado con problemas del sueño y fatiga que dura varios días. En los casos más extremos puede llegar a convertirse en un problema que conviene evitar.
Unas dolencias que tienen efectos como la apatía o mayor cansancio que repercuten en el rendimiento laboral. En los peores casos, los trabajadores pueden padecer palpitaciones, temblores o problemas respiratorios. Además, aquellos que son vulnerables de padecer burnout o mobbing corren mayor riesgo de sufrir problemas tras las semanas de descanso.
Es muy difícil elaborar un perfil concreto de los trabajadores que son más propensos a sufrir esta sensación, pero sí se puede hacer una aproximación basada en el entorno de trabajo y las características personales.
De esta manera, cabe destacar que las personas con mayores probabilidades de sufrir este síndrome son aquellas que tienen una menor resistencia ante la frustración.
La prevención es tan importante como el tratamiento: algunos trucos para evitar este síndrome
También aquellos trabajadores que disfruten de vacaciones más largas, además de las que trabajan en un entorno desagradable, los que no se ilusionan por su trabajo y los que lidian con un mal jefe, ya sea porque no les valora o porque le consideran incompetente.
Sin embargo, existen distintas medidas que ayudan a prevenir y combatir este síndrome, para así hacer la vuelta al trabajo más agradable.
En todos los aspectos de la salud, la prevención es tan importante como el tratamiento. Es fundamental que, si se tiende a sufrir intolerancia al cambio de rutina o se ha experimentado síndrome postvacacional otras veces, se tengan en cuenta aquellos factores que pueden estar influyendo en su aparición y se pongan en práctica algunas pautas de prevención. Estos son algunos consejos para prevenir el síndrome postvacacional:
- Si se sale de viaje, programar el regreso con antelación. Es desaconsejable reincorporarse al trabajo inmediatamente al volver de un viaje, ya que se necesita tiempo para descansar, prepararse mentalmente y realizar tareas necesarias como comprar alimentos o deshacer las maletas. Por ello, es necesario contar con al menos dos días libres antes de la vuelta al trabajo.
- Respetar las horas de sueño. Es común que los hábitos de sueño se vean alterados durante el periodo de vacaciones, ya sea porque se duerme una mayor o menor cantidad de horas o en horarios distintos a los habituales. Antes de la vuelta al trabajo, es recomendable dormir 8 horas desde al menos dos días antes, intentando acostarse y levantarse en el mismo horario que si se fuera a trabajar.
- Realizar actividades de ocio. Si se cuenta con una buena organización, es posible practicar actividades de deporte y ocio al regresar al trabajo. Es recomendable planear algunas para reducir la sensación de agobio y no asociar los días laborales con tedio. Además, la práctica de actividad física ayuda al bienestar mental y emocional, alentando el buen humor.
- Reducir el consumo de alcohol y cafeína. El alcohol actúa como depresor del sistema nervioso, aunque al principio de tomarlo tenga el efecto contrario. La cafeína, por otra parte, es un estimulante que puede contribuir a aumentar el estrés o ansiedad, además de dificultar el sueño por la noche. Por ello, es importante moderar o evitar su consumo, especialmente los días antes de la reincorporación laboral.
- Identificar los pensamientos negativos. Los pensamientos negativos son difíciles de evitar por completo, especialmente ante circunstancias desfavorables. Sin embargo, es posible identificarlos e intentar averiguar de dónde vienen con autorreflexión. Si se conoce su origen, es más fácil mantenerlos a raya, reducir su impacto en nuestra mente y poner solución a aquellas cosas que los puedan estar alimentando.