En un momento en el que los medios de comunicación están más en entredicho que nunca, cuesta encontrar momentos en los que se agradezca la labor que realizan los periodistas. Justamente es lo que ha pasado con un camarero de Zaragoza, que denunció en redes sociales su caso de explotación laboral y gracias a la presión mediática, su caso se ha arreglado.
Existe una cuenta en Twitter llamada Soy Camarero, que se dedica a contar las vergüenzas de su sector. Hace unos días publicó la historia de un camarero de Zaragoza que llevaba dos meses sin cobrar de un bar restaurante en el que trabajaba todos los días. En su jornada laboral tenía que servir junto a otra compañera 50 mesas en el turno de comida, y el mismo número en el de las cenas. Podría parecer poco, pero para quien ha trabajado en este sector y más cuando se juntan todas las mesas, sabe que es una barbaridad.
Este camarero pidió ayuda a Soy Camarero para poder hacer público su caso y tratar de cambiar su situación. Y no pudo dar mejor resultado su estrategia. Soy Camarero, por miedo a ser despedido tuvo que tapar su nombre, apellidos y correo, sin embargo el caso se hizo viral.
En un par de correos explicaba por una parte su situación y cómo gracias a la intervención de esta cuenta y al trabajo de los medios, su situación se revirtió. El cambio se produjo cuando Soy Camarero realizó un tik tok en el que contaba la historia. Esto debió de llegar a los oídos de los dueños.
Resulta que este bar restaurante era de una familia de Zaragoza de toda la vida, y al jubilarse se lo habían dejado a su hijo. Su hijo había descuidado las tareas de contabilidad y no llevaba las cuentas al día, lo que estaba provocando los impagos en las nóminas.
Según cuenta el camarero, a los pocos días de haber contactado con Soy Camarero y la publicación del tik tok, el hijo entró corriendo en el establecimiento no sólo con el dinero de los dos meses que estaban sin pagar, sino con el dinero de esos dos y otros dos más que le pagaba por adelantado.
Además, en el restaurante se personó el padre, histórico dueño, los hermanos y la mujer de la persona que llevaba la gerencia ahora mismo y avisaron a la plantilla de que esta situación se había terminado. Que los dueños históricos del establecimiento volvían a coger las riendas del local y que no se preocuparan de nada más.
La discusión debió ser tan acalorada que tuvieron que echar incluso la persiana ese día.
La situación del camarero al que no pagaban
Dentro de lo cruda que es la situación de los impagos salariales, este camarero tenía una historia aún más dura. Resulta que ha su padre le habían diagnosticado cáncer de pulmón en estadio cuatro en enero, tras haber consultado diversas opiniones el resultado era siempre el mismo, no había solución.
Para poder pagarle medicamentos y que la situación fuese más llevadera dentro de lo malo, se había ido de casa para trabajar y poder pagar subsistiendo y viviendo al día.
Confiesa que tras este suceso, es el primer día que puede de verdad sonreír. Pero su situación había sido tan drástica que había pensado en el suicidio.
Por suerte no cometió dicha acción y hoy puede tener algo de respiro, dentro de la complicada situación familiar que atraviesa. Y es que esto nos debería hacer reflexionar sobre el papel de los medios y las redes sociales, que en ciertas ocasiones funcionan como altavoces del conflicto, pero que en muchos casos sirven para ayudar a personas como este camarero.