En la búsqueda constante de encontrar el equilibrio entre calidad y ahorro en nuestras compras diarias, dos gigantes de la distribución en España, Carrefour y Mercadona, han adoptado enfoques diferentes en cuanto a sus marcas propias. Este análisis revela cómo sus estrategias pueden impactar directamente en el bolsillo de los consumidores y sobre todo, dejar en bandeja cuales son los productos que los españoles están comprando diariamente, por ser productos de primera necesidad, y están pagando un precio demasiado alto.
Carrefour y Mercadona son dos de las cadenas de distribución más destacadas en el panorama español, y ambos han apostado de manera significativa por sus marcas propias. Sin embargo, es interesante notar que han tomado enfoques diferentes al respecto, sobre todo, para los españoles que se dedican a llenar sus cestas de la compra en sus supermercados.
Carrefour ha optado por utilizar el mismo nombre de la empresa, ‘Carrefour’, para su marca propia, lo que genera una conexión directa con su nombre y reputación. Por otro lado, Mercadona ha creado diversas marcas blancas específicas para diferentes categorías de productos, como Hacendado para productos alimentarios, Deliplus para productos de cosmética y cuidado de la piel, y Bosque Verde para artículos de limpieza del hogar, incluyendo bolsas de basura.
Esta diversidad en la estrategia de marcas propias plantea una pregunta intrigante: ¿Cómo afecta esto a los precios y, en última instancia, a los consumidores? Uno de los productos más populares y consumidos son los yogures de estilo griego. En Mercadona, estos yogures se encuentran a un precio de 1,93 euros, mientras que en Carrefour, pagarás 70 céntimos más por el mismo producto, que solo cambia en el nombre de la marca propia. Aquí, la diferencia es innegable y puede hacer que los consumidores opten por Mercadona en lugar de Carrefour.
EL PRECIO QUE MARCA LA DIFERENCIA
Los españoles parece ser que pagamos por los productos de primera necesidad una cantidad bastante alta, algo que se representa en la cesta de la compra y a la hora de elegir un supermercado específico para comprar. Un producto que sorprende por su elevado precio, teniendo en cuenta y considerando que no se trata de un artículo de primera necesidad, es el guacamole. En Carrefour, el cliente paga 7,18 euros, mientras que la marca Hacendado, de Mercadona, ha incrementado este precio en más de 1 euro en comparación con su competidor, situando el guacamole en Mercadona en 8,75 euros. Esto plantea interrogantes sobre la justificación de estos precios en productos no esenciales.
Hablemos ahora de productos esenciales como la leche y los huevos. En Carrefour, una docena de huevos cuesta 1,19 euros, mientras que en Mercadona, el cliente paga 2,40 euros, lo que representa una diferencia considerable. Sin embargo, es interesante notar que en el caso de la leche, la diferencia es mínima, con Carrefour vendiéndola a 5,40 euros y Mercadona a 5,46 euros. Aunque la disparidad es pequeña, cada céntimo cuenta cuando se trata de ahorrar.
¿ES NORMAL PAGAR TANTO POR PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD?
En un mercado de consumo donde cada euro cuenta, los consumidores deben ser conscientes de las diferencias de precios entre los productos de marca propia de Carrefour y Mercadona. Si bien ambos supermercados tienen sus puntos fuertes, como las ofertas de Carrefour y la búsqueda de calidad y precios bajos de Mercadona, la elección final depende de las preferencias individuales y las necesidades de ahorro de cada consumidor. Sea cual sea la elección, la competencia entre estos dos gigantes de la distribución es beneficiosa para los consumidores, ya que impulsa la mejora de productos y precios en beneficio de todos.
Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de las cadenas de distribución los precios ahora mismo se catalogan como altos, y algunos españoles han explicado que su cesta de la compra «vale oro», en el sentido de que los productos de primera necesidad han duplicado su precio desde hace un par de años.
Siguiendo el análisis, los productos que los españoles ven más resentidos en su cesta de la compra son los productos lácteos además de la propia carne y pescado, que alcanza unos precios bastante superiores a los estipulados hace dos años atrás. Esto hace que los consumidores siempre tengan que estar al tanto de los precios que se estipulan en todos los supermercados para conseguir la cesta de la compra más barata e intentar evitar estas diferencias en sus precios.