Pocas series adolescentes tienen el poder que tiene ‘Sex Education’. La serie de Netflix ha sido capaz de sumar el tono de las películas de John Hughes, la visión más abierta de la sexualidad de la generación ‘Z’ y un sentido del humor muy propio con unos personajes brillantes. Junto a ‘La vida sexual de las universitarias’ de HBO la serie ha sido capaz de las relaciones personales y físicas en la adolescencia sin caer en los derroteros casi pornográficos de ‘Euforia’ o ‘Elite’.
El truco no solo es el elenco, una lista de nuevos descubrimientos encabezada por Asa Butterfield, Ncuti Gatwa y Emma Mackey, acompañados de una siempre brillante Gillian Anderson. La serie creada por Laurie Nunn, en su primer crédito tanto en cine como en televisión, es una preciosa mezcla estilística, valiente tanto en los temas que presenta como en las formas, atreviéndose a mostrar escenas sexuales que tan graciosas como personales, y que dejan entrever la torpeza de sus protagonistas.
Pero es mucho más que eso. A diferencia de otras series adolescentes ‘Sex Education’ tiene una capacidad única para trazar el espectro de la identidad tanto sexual como de género. No es una señal incandescente para presumir su diversidad, ni es una tragedia, la serie entiende que su público objetivo, seguramente más joven de lo que su clasificación para ‘mayores de 18’ indica, lo ve cada vez como algo más normal y aunque hay personajes que ciertamente chocan con su identidad la mayoría simplemente existen, lo que ya es bastante revolucionario.
DESPEDIRSE A TIEMPO
Ahora la serie se acerca a su final. Con una tercera temporada que ató la mayoría de los cabos sueltos de las primeras dos tiene sentido que esté en su recta final. Es verdad que en la ficción ha sido un año de despedidas, con los finales de ‘Succesion’ y ‘Barry’ aún bastante frescos, pero también eso vale la pena apreciarlo. La memoria de los fanáticos de la televisión aún puede tener el trauma de series que cojearon hasta la línea de meta sin mucho más que contar, lo que se notaba en temporadas finales bastante olvidables en casos como el de ‘Juego de Tronos’ y ‘House Of Cards’ que demostraron que saber despedirse a tiempo es importante.
Pero quizás el mejor ejemplo de una serie que ha durado demasiado es precisamente ‘Élite’. El cambio de elenco ha permitido que continúe, pero a costa de perder el tono de misterio de las primeras temporadas y convertirse en un culebrón en toda regla. A estas alturas nadie ve la serie de Carlos Montero y Darío Madrona por la historia, sino que es contenido fácil de digerir, y es bueno que la serie británica haya escapado de este destino.
CON ‘SEX EDUCATION’ NETFLIX SE DESPIDE DE OTRA DE SUS SERIES INSIGNIA
Aunque el hecho de que la serie termine por decisión del equipo creativo es una buena noticia no deja de ser interesante ver como varias de las series insignia del gigante del streaming se siguen despidiendo. A ‘Stranger Things’ y ‘Cobra Kai’ también les queda una sola temporada, e incluso la extraña ‘Big Mouth’ está cruzando la línea de meta. Es verdad que estos finales todavía tardaran un tiempo en llegar, pero no quiere decir que no sean perdidas importantes para una plataforma que tendrá que buscar un reemplazo.
Además ‘Sex Education’ tenía la ventaja de ser mucho menos costosa que otras de sus compañeras de viaje en la plataforma. Es que el costo de poner un grupo de actores en un set escolar siempre será menor al de las disparatadas aventuras de ‘One Piece’ o las pesadillas ochenteras de ‘Stranger Things’