El precio de los carburantes lleva siendo un problema para transportistas y usuarios desde el inicio de la guerra de Ucrania. Pero en ocasiones como los desplazamientos para ir o venir de las vacaciones hace aún más daño al bolsillo y es bueno echar mano de los consejos de conductores experimentados para ahorrar gasolina.
Y es que cuando los últimos afortunados están volviendo de sus merecidos descansos, el precio del carburante ha encadenado su octava semana consecutiva de subidas y acumulan un encarecimiento que llega hasta el 12%, por lo que seguro, millones de conductores que se desplazan en estos momentos de regreso a sus hogares, buscarán cualquier triquiñuela para ahorrar.
En concreto esta semana, el precio de la gasolina ha aumentado un 0,65% con respecto a la semana pasada, y ha fijado el litro de carburante en 1,721 euros por litro, el valor máximo en lo que llevamos de 2023. Además, es el precio más alto desde finales de noviembre, la diferencia es que entonces estaba en vigor la subvención de 20 céntimos por litro aprobada por el gobierno. Por lo que hay que remontarse hasta julio de 2022 para encontrar un precio similar.
Este nivel de precio para el gasoil, después de acumular un encarecimiento de más del 8% desde principios de julio, le ha llevado un máximo histórico para un final de agosto en plena operación retorno estival.
Asimismo, el diesel encadena siete semanas consecutivas de subidas de precios. De hecho, la última semana el precio de este combustible ha experimentado un aumento del 0,62% y ha fijado los precios en 1,612 euros por litro, un nivel de precios que no se veían desde mediados de febrero, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.
Al contrario que la gasolina, el precio del diesel es más bajo que en agosto del año pasado, teniendo en cuenta la bonificación de 20 céntimos, ya que pese a marcar 1,883 euros por litro, la realidad es que se pagaban 1,683 euros el litro.
La vuelta de las vacaciones se complica tras la subida del carburante
Este jueves arranca la operación retorno de las vacaciones de verano y la Dirección General de Tráfico (DGT) estima que se van a producir 6,82 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera.
Estas vacaciones han estado marcadas por la continuada subida del precio del carburante pues desde que comenzaron las vacaciones allá por julio el litro de gasolina acumula un incremento en su precio del 8,1%, mientras que el gasóleo suma un encarecimiento del 12,1%.
Estas derivas alcistas han provocado que el precio de los combustibles se sitúen por encima de su precio, antes de que comenzase la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022. En el caso del diésel, su precio por litro era de 1,479 euros mientras que el de la gasolina era de 1,594 euros el litro. En cualquier caso, ambos combustibles no se acercan a los máximos que alcanzaron en julio de 2022, cuando el precio de la gasolina se situaba a 2,141 euros y el del gasóleo a 2,1 euros.
Con este nivel de precios llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina asciende hasta los 94,65 euros, frente a los 87,67 euros que costaban llenarlo hace apenas un año, la diferencia estaba en el descuento que aplicaba el gobierno de 20 céntimos.
En el caso del gasóleo, el precio de llenar un depósito de 55 litros asciende hasta los 88,66 euros, unos 3,9 euros menos que el año pasado, cuando el precio ascendía hasta los 92,56 euros.
Pese al alza de los precios la gasolina sin plomo de 95 se mantiene en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,829 euros el litro, y de la eurozona, con un precio medio de 1,889 euros. Por otra parte, el diésel también es más barato en España (1,727 euros), que en el resto de la zona euro (1,764 euros).