Poco a poco, el final del verano se acerca y ya es hora de pensar en desmontar nuestra piscina, la que compramos en la tienda de piscinas Mercapool a principios de la temporada, o incluso ya hace unos años. La forma en que la desmontamos y la almacenemos dependerá de si podemos usarla el verano que viene o si necesitamos comprar otra.
Primero hacemos una limpieza a fondo
Cuando ya llegue el final del verano y no nos vayamos a bañar más, hay que hacer una limpieza muy a fondo. En ella, vamos a quitar los desechos del agua con una red. Después, podemos pasar un limpiafondos o una aspiradora de piscinas. La idea es que cuando la piscina se guarde el interior esté libre de cualquier residuo que la dañe.
Hay que tratar el agua correctamente
Puede parecer raro tratar el agua si vamos a vaciar la piscina, pero esto se lleva a cabo con la intención de equilibrar todos sus niveles. Con ello, lo que conseguimos es que no se formen algas en las paredes ni en el fondo cuando permanece guardada. A su vez, también evitamos la corrosión de los metales.
Drenamos y desmontamos
Una vez que la piscina está limpia y el agua posee los valores adecuados, llega la hora de drenar el agua, lo cual siempre hay que hacer de manera controlada. Debemos tener un desagüe cerca y nunca vaciar el agua directamente en el jardín, ya que estas piscinas siempre tienen más litros de los que pensamos y se puede generar una pequeña inundación.
Después de vaciarla, hay que comenzar a desmontar, siguiendo las instrucciones del fabricante. A lo largo del proceso, podemos ir identificando todas las piezas con etiquetas o hacer fotos, lo que hará que el montaje sea más fácil al año siguiente. Si vemos que hay partes húmedas hay que secarlas muy bien, pues lo último que queremos es guardar piezas mojadas.
Protegemos las partes más delicadas
Todas las piscinas desmontables tienen componentes que son algo más delicados, como las conexiones, las válvulas, filtros, etc. Estos conviene guardarlos en bolsas de almacenamiento con cierre en zip, para poder sellarlas. Además, una buena idea es poner paquetes de esos que llevan sílice y que absorben la humedad si se produjera.
Siempre es mejor guardar la piscina en el interior
La piscina la podemos guardar en varios sitios, pero siempre está mejor en el interior. No ocupa mucho, por lo que nos puede servir un trastero o el garaje. Aquí estará resguardada de los elementos y no sufrirá tanto.
Hay que inspeccionarla de vez en cuando
Nuestra tarea no termina cuando dejamos la piscina desmontada y guardada. A menudo, más en los días posteriores a almacenarla, hay que mirar cómo está. Buscaremos hongos, algas y corrosión en los metales. Si notamos alguno de estos signos, los atajamos de inmediato empleando los productos adecuados.
Se aproxima el final de la temporada de baño, de forma que hay que planificar el desmontaje de la piscina. Hay que hacerlo de manera controlada, limpiándola a fondo, secándola y dejándola en un lugar protegido de las inclemencias del tiempo.