El «Garbanzos con bacalao y espinacas» o «Potaje de Vigilia» por Karlos Arguiñano es una exquisita y tradicional receta de la cocina vasca que destaca por su sabor y texturas únicas. Este plato, conocido por ser una opción durante la Cuaresma y la Vigilia. Combina la suavidad de los garbanzos con la profundidad del bacalao y la frescura de las espinacas.
La maestría culinaria de Arguiñano se refleja en cada detalle de esta preparación, elevándola a un nivel superior en comparación con el cocido convencional. Un manjar que cautiva paladares y refleja la riqueza gastronómica de la región.
9Preparación de las espinacas
Realiza un lavado meticuloso a las espinacas y procede a picarlas en trozos menores. Incorpora con suavidad estas espinacas a la cazuela que contiene los garbanzos y el resto de los ingredientes. Cubre la cazuela con su tapa correspondiente y permite que las espinacas se cocinen en este entorno durante unos minutos. La cocción breve garantizará que las espinacas se integren armoniosamente con los demás componentes y retengan su frescura.