Luis Rubiales se enroca en su cargo y se niega a dimitir

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, aseguró este viernes que «se está ejecutando un asesinato social» ante su persona, ya que se le está «tratando de matar», al mismo tiempo que explicó que el beso a la jugadora Jenni Hermoso fue «espontáneo, mutuo y consentido». Estas declaraciones tuvieron lugar en la sede de la RFEF en Las Rozas durante la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF, un acto en el que Rubiales se ha negado a dimitir de su cargo.

«Aunque se esté vendiendo otra cosa, no hay deseo y no hay posición de dominio (en el beso). Aunque se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios, tanto los que están dominados o vendiendo pleitesía al señor Tebas, como los que están rindiendo pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país. Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave, esta es la clave de todas las críticas», explicó Rubiales.

El mandatario defendió que tiene «una gran relación con todas las jugadoras» y «todos los miembros de la expedición» española en el Mundial, con los que formó «una familia durante más de un mes». «Tuvimos momentos cariñosísimos en esta concentración», agregó.

Europapress 5391856 Luis Rubiales Is Seen During The Reception Of Pedro Sanchez First Minister
Luis Rubiales durante la recepción de Pedro Sánchez al equipo nacional femenino de fútbol

«Jenni dijo que era una anécdota y demás. De la anécdota, del no pasa nada, empiezan todas estas presiones, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que la verdad yo no termino de entender. Aquí no se está tratando de hacer justicia, eso es falso, se está ejecutando un asesinato social a mí, se me está tratando de matar», denunció Rubiales.

El beso forzado a Jenni Hermoso, que tuvo lugar durante la ceremonia de entrega de medallas en la final del mundial femenino, generó una gran indignación y debate en el ámbito deportivo y más allá. La jugadora expresó su malestar por el incidente y solicitó «medidas ejemplares» para abordar la situación. La atención se centró en la respuesta de las autoridades deportivas y en cómo se manejaría esta preocupante cuestión.

La FIFA, a través de su Comisión Disciplinaria, no tardó en intervenir. La organización decidió abrir un procedimiento disciplinario contra Luis Rubiales, presidente de la RFEF. Según la FIFA, el comportamiento de Rubiales podría violar los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA, lo que plantea la posibilidad de posibles sanciones en el ámbito internacional.

El ambiente de presión en España también se intensificó rápidamente. El Gobierno se pronunció sobre el incidente, y el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, advirtió que «actuará» si no se produce ningún movimiento sobre el futuro de Luis Rubiales. Bolaños subrayó la necesidad de una resolución adecuada y oportuna en este asunto, enfatizando que el Gobierno está dispuesto a tomar medidas si es necesario.

NADIE PROTEGE A LUIS RUBIALES

Las críticas al comportamiento de Rubiales también han traído manifestaciones desde figuras prominentes en el mundo deportivo. El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, se unió a las voces que expresaron su desaprobación. Ancelotti calificó el incidente como «un tema muy delicado» y destacó que el comportamiento de Rubiales no es coherente con el papel de un presidente de Federación.

En un principio, la respuesta a la creciente presión y a las críticas públicas sería la dimisión de Luis Rubiales ha tomado la decisión de presentar su dimisión como presidente de la RFEF. En un comunicado emitido este pasado jueves, Rubiales expresó su profundo arrepentimiento por el incidente y reconoció que su comportamiento fue inapropiado e inaceptable. Rubiales aseguró que su renuncia tenía como objetivo asumir la responsabilidad de sus acciones y evitar que su presencia afectará negativamente a la RFEF y al fútbol en general, un hecho que no ha sido así ye el hasta ahora presidente del la RFEF se agarra al sillón de mando con cierta chulería y aires retadores a todo el feminismo español.

El anuncio de la dimisión de Rubiales generó reacciones mixtas en la comunidad deportiva y más allá. Mientras algunos lo ven como un paso valiente y responsable, otros consideran que su dimisión no debería ser el único resultado de este incidente. Muchos argumentan que es crucial abordar de manera integral los problemas de conducta y respeto en el deporte, incluyendo la implementación de medidas de educación y sensibilización. Una dimisión que de momento no se va a producir

EL GOBIERNO YA NO PUEDE «ESCONDER» LOS ESCÁNDALOS DE RUBIALES

En este sentido, la polémica que generaron los hechos producidos en el mundial femenino de fútbol han llevado al Gobierno a dejar «a la deriva» al presidente de la RFEF, ya que no pueden proteger más a Rubiales de todos los casos polémicos que han surgido a su alrededor. Y más ahora que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha pedido el cese de Rubiales de su cargo. Díaz ha tomado el caso como bandera de la lucha feminista y del ideario de Sumar y complica todavía más la posible defensa del PSOE del hasta hora delfín del Gobierno en el mundo del fútbol

El caso de Luis Rubiales y el beso forzado a Jenni Hermoso reavivan la conversación sobre la cultura del respeto en el deporte y la responsabilidad de los líderes deportivos en la promoción de un entorno seguro y respetuoso. La situación de Rubiales marca un momento importante en esta conversación y plantea interrogantes sobre el camino a seguir para asegurar que situaciones similares no se repitan en el futuro.