Tras unos sorprendentes comicios generales, el presidente del Gobierno en funciones parece haber dado por terminado este «curso escolar» hasta el próximo 22 de agosto. Unas «vacaciones» del socialista que estarán marcadas por el bloqueo del Gobierno nacional, así como de la situación política del país, que atraviesa una brutal crisis debido a la fuerte división que existe entre los grandes partidos nacionales y sus principales aliados.
Las elecciones del pasado 23 de julio daban la gran sorpresa. Y es que, a pesar de que las principales encuestas, y en aparente sentir de la sociedad española, marcaban un cambio radical en la formación del nuevo Gobierno de la nación, siendo muchos los que daban por hecho la victoria casi absoluta del bloque de las derechas, lo cierto es que el resultado de las urnas arrojaba un panorama muy diferente. El bloqueo casi absoluto de la política nacional.
Así pues, si bien el candidato presidencial del Partido Popular, Alberto Núñez-Feijóo, ganaba objetivamente las elecciones nacionales, siendo el partido más votado por los españoles y con mayor representación de votos, el apoyo ciudadano al líder gallego no es suficiente para garantizar su investidura. Ni siquiera con el apoyo de la formación de Santiago Abascal, que sufría una fuerte pérdida de confianza por parte de la ciudadanía en estos comicios.
Tampoco el PSOE de Pedro Sánchez junto a Sumar conseguían la fuerza suficiente para gobernar, siendo necesario por parte del actual presidente en funciones un acuerdo con otras muchas fuerzas políticas, como el caso de EH Bildu, PNV, o Junts, la formación de Carles Puigdemont, que no tardaba en poner sus requisitos sobre la mesa para otorgar la abstención que el socialista necesita para ser investido presidente del Gobierno.
Un contexto de división política y de bloqueo institucional que pocos consideran que podrá solventarse sin otras elecciones, pero que no parece ser suficientemente preocupante para el propio candidato socialista, quien ha dado por terminado su curso escolar, y «desaparecerá» del mapa hasta la mitad del próximo mes de agosto.
Así pues, tal y como ha informado LibertadDigital, el presidente socialista desaparecerá de la actividad pública hasta el próximo 22 de agosto, siendo este martes, con la celebración del último Consejo de Ministros, el último día «lectivo» del socialista, que tampoco se reunirá en despacho con el Rey en Marivent, a pesar de que ésta sea la tradición veraniega de ambos cargos institucionales.
LA INVESTIDURA «POSVACACIONAL» DE PEDRO SÁNCHEZ
Así pues, será el equipo socialista que rodea al presidente del Gobierno en funciones quien aparentemente tendrá que encargarse, al menos las próximas semanas, de conseguir acuerdos de investidura para Pedro Sánchez, sin contar con la participación del propio interesado, que mantendrá su agenda en mínimos actos durante estas semanas de verano.
Actitud que, sin duda, podría afectar a las negociaciones del PSOE para conseguir el apoyo suficiente del resto de partidos para la investidura del socialista. Especialmente, en el caso de la formación de Carles Puigdemont, que exige compromisos oficiales por parte del presidente en funciones para otorgarle el mando de la Moncloa; especialmente, un acuerdo para que se lleve a cabo un referéndum vinculante sobre la independencia en Cataluña.
Aparente desdén de Pedro Sánchez a la situación de bloqueo político en el país que, sin embargo, desde el Partido Popular no parecen considerar que sea suficiente para evitar la investidura del socialista. Así pues, líderes populares como José Luis Martínez-Almeida han dado por hecho que Pedro Sánchez conseguirá ser presidente los próximos cuatro años, debido, tal y como ha asegurado el edil madrileño, a que el socialista «ya ha dejado claro que está dispuesto a pactar con todo el mundo».