La equiparación salarial exigida por Guardia Civil y Policía Nacional al Gobierno de España, y en especial al Ministerio de Interior gestionado por Fernando Grande-Marlaska, parece estar aún muy lejos de convertirse en una realidad. Algo que han vuelto a criticar las principales asociaciones y sindicatos policiales, que continúan en la lucha por hacer que aprender una lengua cooficial del Estado, como es el caso del euskera o el catalán, no suponga una diferencia abismal en el sueldo de un funcionario de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Una de las grandes promesas realizadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para este 2023, fue el incremento del salario de todos los funcionarios públicos, que, tal y como anunciaba el Ministerio de Hacienda, pasarán a cobrar en este 2023 sus salarios con una subida del 3,5% más. Una subida que, al igual que los funcionarios administrativos, también han experimentado en sus nóminas y complementos los integrantes de las principales fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Sin embargo, parece que esta medida de incremento salarial, lejos de acabar con las disparidades en los salarios de los agentes de la ley, únicamente ha servido para remarcarlas aún más. Especialmente, en el caso de las horas extraordinarias que llevan a cabo los policías nacionales y guardias civiles de la nación, que son remuneradas con una cifra muy inferior a la que, por el mismo esfuerzo, reciben los policías autonómicos de los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza.
SUELDOS A LA MITAD, POR EL MISMO TRABAJO DE POLICÍA
Así pues, una de las principales asociaciones de Policía Nacional, Jusapol, no ha dudado en mantener la lucha para conseguir una real equiparación salarial entre los principales cuerpos de seguridad del Estado, y las policías autonómicas. Y es que, aunque para muchos resulte casi paradójico, lo cierto es que un agente policial autonómico, que conozca el euskera o el catalán, puede llegar a cobrar el doble que un agente de la Policía Nacional o Guardia Civil. Al menos, en lo que respecta a la remuneración de las horas extraordinarias.
«En 2023, las brechas salariales entre policías aumentan» han lamentado desde Jusapol, sin dudar en publicar a través de las redes sociales la realidad económica a la que se enfrentan los agentes durante sus servicios. Así pues, mientras los miembros de la Benemérita y de la Policía Nacional cobran entre 12 euros y 10 euros por hora trabajada extraordinaria respectivamente, los agentes integrados en las policías autonómicas llegan a cobrar el doble por el mismo servicio.
En concreto, los Mossos d’Esquadra catalanes reciben 19,17 euros por hora trabajada, mientras que la Ertzaintza consigue alcanzar los 20 euros por hora «extra» en el trabajo, siendo la policía mejor pagada del baremo controlado por Jusapol. Cifras que, sin duda, parecen demostrar una evidente falta de equiparación en el trabajo policial de estos distintos cuerpos, y de las especificaciones que conllevan una mayor responsabilidad en el caso de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Comparaciones negativas para los agentes nacionales que han llevado a los principales sindicatos a mantenerse firmes en sus exigencias, con constantes peticiones y manifestaciones. Todo ello, sin conseguir, al menos de momento, un compromiso en firme por parte del ministro de Interior, ni de la totalidad del Gobierno de España, para hacer esta equiparación salarial entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, mientras los principales partidos que conforman el actual Gobierno en funciones parecen sentirse cada vez más cómodos escuchando euskera o catalán en sus negociaciones en los que, sin duda, los intereses de la Guardia Civil o la Policía Nacional no se ven reflejados.