Cualquier otra cinta con el éxito de ‘Barbie’ ya tendría una secuela anunciada, quizás incluso con su fecha de estreno. Pero la película de Greta Gerwig parece ser especial en todos los sentidos, incluyendo este. Es que la cinta que ya ha recaudado más de mil millones de dólares en todo el planeta tiene su secuela en duda por la falta de confianza de Warner Bros Discovery al cerrar el contrato con la directora y las estrellas, Margot Robbie y Ryan Gosling y la actual huelga del sindicato de actores en Hollywood.
Es que se suman dos dificultades, la posibilidad de los protagonistas y la directora de exigir un contrato más jugoso, y la imposibilidad de negociar hasta que se resuelva la crisis. Dado que son dos dificultades importantes, y que Gerwig ya se encuentra atada a una nueva versión de ‘Blancanieves’ para Disney que puede hacer que el inicio de la producción de la segunda parte de la película de Barbie se retrase al menos dos años después del final de la huelga, hay dudas reales de que la película ocurra.
Es que en Hollywood estás decisiones son importantes de tomar rápido. El interés en una secuela puede desaparecer con la llegada de otras franquicias y si bien Mattel ha mostrado el interés no solo en seguir lanzando películas basadas en la famosa muñeca, sino en adaptar a la gran pantalla varias de sus franquicias de juguetes, la posibilidad de que las figuras clave para producir una segunda parte queden atadas a otros proyectos si no responden rápidamente tras el final de la huelga es un riego real.
De todos modos la gran ventaja es que de momento toda negociación está en pausa, es decir: Nadie más puede negociar con Gosling, Robbie o Gerwig mientras la disputa sindical siga sin resolverse. Pero el riesgo de que simplemente el público pierda interés en la franquicia no es tan pequeña, una vez pasados 5 años una secuela es una ruleta en cuanto a si podrá arrastrar a los fanáticos de la original y con la situación actual ya parece al menos serán 3 años de espera.
EL PELIGRO DE LOS CONTRATOS DEMASIADO LARGOS
Si bien la estrategia de hacer que los grandes actores firmen contratos de varias películas ha funcionado para Marvel y Disney es comprensible la aprehensión de Warner Bros Discovery. Más allá de la opinión dividida de los fanáticos el estudio debe recordar el caos de tener contratos a largo plazo con figuras como Henry Cavill o Ben Affleck en su universo DC, y dado que ‘Barbie’ representaba más riesgos económicos que una cinta de superhéroes es normal que no quisieran pagar a Robbie el sueldo de tres películas antes de estrenar la primera.
Al mismo tiempo recuerda el porqué de la estrategia de Disney al fichar a sus protagonistas. Apartando a Robert Downey Jr, y a un Edward Norton que solo apareció en una película, la mayoría de los primeros vengadores eran actores nuevos o en ascenso lo que permitia que sus contratos de varias cintas no fuesen tan excesivos en cuanto al costo para el estudio y en el caso de Downey se trataba de una estrella controversial cuyos escándalos con drogas ponían en duda que fuese rentable trabajar con él, aunque sea una imagen que Iron Man enterró.
En cualquier caso lo que se hace evidente es que no se trata de una situación fácil. Cualquier de estos métodos asume riesgos, pero con los datos económicos de la cinta y la huelga sin un final aparente a pesar de que se retomaron las negociaciones con, al menos, uno de los sindicatos es bastante probable que en las oficinas de Warner estén preguntándose por qué no cerraron un trato por varias películas. Es llamativo en especial en el caso de Margot Robbie, querida en el estudio por su trabajo como Harley Quinn.
EL FUTURO DE ‘BARBIE’ Y EL CINE DE JUEGUETES
Más allá de que haya o no una secuela de ‘Barbie’, y a pesar de la situación lo más probable es que ocurra, es interesante poner el ojo en las ‘toy movies’. El acuerdo de Hasbro y Paramount apunta a que el competidor de Warner tendrá su propio universo de plástico gracias a los Transformers y a G.I. Joe, y la Warner y Mattel está estudiando películas de ‘Hot Wheels’, ‘Uno’ y ‘Polly Pocket’ por lo que lo más probable es con o sin secuela sigamos viendo la huella de Barbie en el cine.