Ya está aquí la Liga de fútbol. Esta campaña es temporada de aniversario redondo. 30 años de una acción que definió la Liga de la campaña 1993-1994: el penalti fallado en la última jornada por el entonces jugador del Deportivo de la Coruña Miroslav Djukic. El central serbio marró ante el Valencia y el Barcelona de Cruyff se llevó el título gracias a la mejor diferencia de goles. Esa campaña fue la de la manita del Barça al Real Madrid y la del partido de locos entre el Atlético de Madrid y el Barcelona, que terminó con una remontada histórica de los colchoneros en el estadio Vicente Calderón. Kappa era el patrocinador técnico del Barcelona, mientras que Feiraco lucía en la camiseta del Deportivo; Teka, en la del Madrid y Marbella, en la zamarra del cuadro rojiblanco que presidía Jesús Gil.
EL DRAMA DEL DÉPOR Y LA ALEGRÍA DE ROMARIO
La Liga 93-94 fue un campeonato muy especial. Fue la tercera consecutiva de los 90′ que se decidió en el último partido y tuvo el mismo final que las dos anteriores, ya que el Barcelona se proclamó campeón. La gran diferencia residió en el rival que quedó segundo, que no fue el Real Madrid sino el Deportivo de la Coruña.
Los gallegos se presentaron en la última jornada dependiendo de sí mismos. Tenían un punto de ventaja sobre el Barcelona y la victoria les aseguraba levantar la copa de campeón de Liga. No fue así. El Valencia se puso enfrente de los coruñeses y sacó un empate a cero que hizo bueno el triunfo por 5-2 del Barça ante el Sevilla.
El drama para el Dépor no fue quedarse sin el título sino perderlo en el último minuto. Nando fue objeto de penalti y Djukic tuvo los arrestos de arremangarse y lanzar. No estaban Bebeto y Donato sobre el terreno de juego, así que asumió el reto. Resopló y disparó. Un penalti mal lanzado que paró con facilidad González, que lo celebró por todo lo alto. Aún colea el tema de si el cuadro valenciano recibió una ‘prima’ del Barcelona por obtener un resultado positivo en Riazor.
Los gallegos se presentaron en la última jornada dependiendo de sí mismos.
El shock de los aficionados del Deportivo y del propio presidente del club, Augusto César Lendoiro convirtió a la España no azulgrana en seguidora del Dépor por unos minutos. Cuestión de empatía.
Más allá de lo que le pasó al Dépor, fue un campeonato en el que los aficionados disfrutaron de un delantero de dibujos animados: Romario, el brasileño. Prometió 30 goles y cumplió con lo prometido. Fue ‘Pichichi’ esa campaña y dejó golazos para el recuerdo como el tercero del día de su debut en la Liga. Una vaselina sin mirar y tras embolsar con el pecho un espectacular pase de Pep Guardiola desde un poco más allá de la circunferencia del centro del campo. También es imborrable el pase sombrero que se inventó Michael Laudrup ante Osasuna y que terminó en una definición sencilla ante el portero, sencilla para Romario, que la puso por encima del guardameta como el abre un yogur con la mano.
Ahora, sobre todas las cosas, la jugada, el gesto, la calidad y la repercusión tiene un nombre: ‘Cola de vaca’. Es el nombre con el que se conoce al regate que Romario le hizo al central del Real Madrid Rafa Alkorta en el Barcelona Real Madrid del 8 de enero de 1994. Romario hizo un regate que solo él sabe por qué y cómo lo hizo. Con un giro extraordinario del pie y el resto del cuerpo, sin soltar la pelota, dejó con el molde al zaguero del Madrid y se plantó delante del portero Buyo, al que superó con un ajustado y violento toque. El Barça ese día anotó varios golazos y Romario hizo tres goles. Ganó 5-0, la famosa manita.
EL ATLÉTICO REMONTA TRES GOLES AL BARCELONA
Otro choque para el recuerdo fue el que disputaron en el Calderón el Atlético y el Barça. Al descanso ganaban los culés por 0-3. Romario anotó tres golazos y el equipo catalán, y el 99% del planeta dio por sentenciado el choque, pero en uno de esos días que solo el Atlético sabe por qué tiene, los locales remontaron y se llevaron la victoria con un gol de Caminero en el último minuto. En la jugada previa le habían hecho un penalti claro a Romario.
Romario anotó tres golazos, pero en uno de esos días que solo el Atlético sabe por qué tiene, los COLCHONEROS remontaron
El Real Madrid esa temporada no estuvo a buen nivel. Para el recuerdo, la patética charla del entrenador merengue Benito Floro en el descanso del Lleida-Real Madrid. Los blancos solo se redimieron en el partido en el Bernabéu ante el Deportivo de la Coruña, al que vencieron 2-0 cuando el favorito claro era el equipo gallego. Los merengues cayeron en el coliseo blanco por 0-1 ante el Barça y no pudieron dejar lista la liga para el cuadro gallego.