Casi todos lo hacen mal: así debes secarte después de una ducha

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Darnos una ducha al final de un largo y extenuante día es un verdadero regalo de calma e higiene. Pero, al finalizar y secarte, ¿Cómo lo haces normalmente? Aunque pueda resultar mínimamente inquietante el hecho de saber si te estás secando de la manera correcta, lo cierto es que, el cómo lo haces está revestido de más importancia de la que crees. 

Una buena ducha deja la piel y el cabello limpios, frescos y elimina por completo la suciedad, el sudor y las bacterias que pueden haber estado alojadas en el cuerpo a lo largo del día; es por esta razón que, al secarte, deberías prestar más atención, pues, de lo contrario puedes estar echando por tierra la limpieza ofrecida. ¿Te estás secando bien? ¡Quédate a descubrirlo!.

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¿Debes usar una sola tolla para secarte después de la ducha?

Casi todos lo hacen mal así debes secarte después de una ducha

Un error muy común es contar con una sola toalla para secarte después de la ducha, cuando en realidad deberías tener unas adicionales para diferentes partes del cuerpo. Es recomendable utilizar una toalla diferente para secar el cuerpo y el rostro. La piel del rostro es más sensible y requiere un cuidado especial, por lo que es preferible utilizar una toalla exclusiva para secar la cara. 

Además, al usar una toalla única para todo el cuerpo, existe la posibilidad de transferir bacterias de una parte del cuerpo a otra. Por lo tanto, se aconseja usar una toalla separada para secar el cuerpo y otra para secar el rostro e incluso, hay quienes prefieren tener también un paño aparte para secar los pies.