Especial 20 Aniversario

Casi todos lo hacen mal: así debes secarte después de una ducha

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Darnos una ducha al final de un largo y extenuante día es un verdadero regalo de calma e higiene. Pero, al finalizar y secarte, ¿Cómo lo haces normalmente? Aunque pueda resultar mínimamente inquietante el hecho de saber si te estás secando de la manera correcta, lo cierto es que, el cómo lo haces está revestido de más importancia de la que crees. 

Una buena ducha deja la piel y el cabello limpios, frescos y elimina por completo la suciedad, el sudor y las bacterias que pueden haber estado alojadas en el cuerpo a lo largo del día; es por esta razón que, al secarte, deberías prestar más atención, pues, de lo contrario puedes estar echando por tierra la limpieza ofrecida. ¿Te estás secando bien? ¡Quédate a descubrirlo!.

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Detergente y secado de tus toallas  

toalla limpia

Por último, hay un par de detalles que no puedes descuidar en tu toalla para garantizar que después de la ducha, quedes realmente limpio y fresco. Recuerda que es muy importante utilizar un detergente suave y sin fragancias para lavar tus toallas. Los productos con fragancias fuertes pueden irritar la piel. Si tienes sensibilidad o alergias, considera utilizar un detergente específicamente diseñado para pieles sensibles que puedes conseguir en cadenas como Mercadona.

Después de lavar tus toallas, sécalas por completo antes de volver a usarlas. Esto puede evitar la formación de olores desagradables y el crecimiento de bacterias. Puedes secarlas al aire libre o en la secadora, pero evita el uso de suavizantes para telas, ya que pueden disminuir la absorción de las toallas al momento de secarte.

    

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