El primer curso de la escuela Alumim de Efrat en Cisjordania realizó una excursión a Tel Azekah, identificado por algunos como el lugar donde tuvo lugar la historia bíblica de David y Goliat. Hanna Spitzer, profesora del curso contó que los niños estaban tan entusiasmados que durante todo el viaje recogieron todo tipo de objetos y rocas que parecían antiguos. Hacia el final de la excursión, Hanna se dio cuenta de que dos de los niños se estaban quedando atrás.
Al volver para ver que pasaba, una de ellas, Amalia Riverkin, le dijo que había encontrado algo, era una pequeña roca que parecía una cuenta. Hanna, pudo reconocer que no era una piedra común. Al mirarla vió una escritura egipcia antigua, por lo que sabía que el objeto tenía miles de años. Finalmente se trataba de un talismán con forma de escarabajo pelotero. Este escarabajo era considerado sagrado a los ojos de los antiguos egipcios y servía como símbolo de la nueva vida.