El pasado viernes 21 de julio la Policía Local de Alcúdia, en Mallorca captó la atención de los vecinos pues publicó en sus redes sociales la fotografía en la que aparecen tres niños, a los que obviamente no se les distingue el rostro, con un texto en el que además de pedir ayuda para identificar a los niños explica las razones de la solicitud y el monto de la multa a la están expuestos los padres de los menores.
De acuerdo a lo comentado por los agente de Policía en el comunicado, los vecinos de la calle Canyaret en el casco antiguo de Alcúdia han manifestado su molestia en varias oportunidades por las continuas ocasiones en las que este grupo de niños tocan el timbre de la puerta y huyen, generando obvias molestias.
Cabe destacar que la Policía ha hecho énfasis que no se deben publicar los nombres de los menores, se trata de que los familiares les identifiquen y les hagan entender las consecuencias de este tipo de acciones que dicho sea de paso han sido tipificadas de manera genérica en la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana como sancionable con una multa de unos 300 euros.
El mensaje de la Policía local de Alcúdia fue publicado a través de la red social Facebook, donde inmediatamente los usuarios hicieron lo propio, expresar sus opiniones, algunos en contra de la medida adoptada por la Policía y otros a favor y con bastante buen humor.
“300 euros de multa y cinco años de prisión por llevar la gorra madridista”, “Tenemos futuros testigos de Jehová”, “Hay dos niñas aún más pequeñas haciendo lo mismo por la zona del centro de salud a las 12 de la noche”, “O sea se puede publicar calle y numero de los perjudicados y a ellos sólo se les puede ver de espaldas y ni publicar sus nombres, vaya tela”, fueron algunos de los comentarios de los vecinos de Alcúdia al mensaje publicado por la Policía Local.
Ante la queja de los vecinos sobre el hecho de que no se muestren los rostros de los jóvenes, la Policía advirtió sobre la vigencia de la ley de protección de datos, con el agravante de que los involucrados son menos de edad, sin embargo, señaló “Si alguno de ustedes bajo su responsabilidad quiere publicar nombres, caras, adelante y asuman las consecuencias si son denunciados por estas personas”.
Finaliza el mensaje la Policía Local de Alcúdia con estas palabras “A la Policía seguramente es a la que más les gustaría mostrar los rostros y nombres de las personas que incumplen la ley, que hacen daño a los demás y que crean inseguridad, pero legalmente no se puede y hay que seguir cumpliendo las normas y las leyes establecidas”.
La poco convencional forma de pedir ayuda de la Policía de Alcúdia
Seguramente es una forma poco convencional de actuar de la Policía, sin embargo, hay que rescatar que se trata de la Policía Local y lo más importante, se trata realmente de un llamado de atención para los familiares de los menores, ciertamente se trata de una “broma de adolescentes”, que en esta oportunidad ha tenido consecuencias.
La solicitud de ayuda por parte de la Policía para identificar a los menores involucrados, lejos de generar molestias en los vecinos, generó mensajes de apoyo, mucho humor incluso por parte de algunos que se atrevieron a reconocer públicamente que algún momento de sus vidas también lo hicieron.
Realmente lo ocurrido genera muchas lecturas, lo primero que hay que destacar es que siempre es agradable comprobar que la Policía se siente parte de la comunidad, que es capaz de hacer este tipo de publicaciones y recibir mensajes positivos por parte de los vecinos, es un hecho que no se ve con frecuencia, sobre todo en ciudades grandes.
Luego, muchos podrían preguntarse, ¿es esta la forma correcta de proceder de la Policía en caso de menores involucrados? ¿Hasta qué punto es legal lo que ha hecho la Policía? ¿Es esta la forma correcta de llamar la atención de los representantes legales de estos niños? ¿No ha quedado la intimidad de estos niños expuesta al hacer pública esta fotografía? Estas y seguramente otras preguntas quedan sin respuesta.
Ciertamente estamos de vacaciones, muchas familias se movilizan en este periodo desde las grandes ciudades a sus segundas residencias ubicadas por lo general en ciudades mucho más pequeñas o en pequeños pueblos, y estos cambios impacta la vida de las personas que viven en estos lugares y que seguramente están más acostumbrados a un estilo de vida mucho más pausado y sobre todo silencioso, por lo que el llamado sería a los padres para de los jóvenes para que profundicen en estos temas con sus hijos y así evitar molestias a los vecinos, después de todo hay una sanción de 300 euros de por medio.