La técnica Eye Movement Desensitization and Reprocessing o desensibilización y reprocesamiento por los movimientos oculares (EMDR) es un tratamiento que ayuda con la ansiedad generalizada. Esta afirmación corresponde al experto Andrés Montero, quien forma parte del equipo de Ethos Psicólogos, un centro altamente especializado ubicado en la ciudad de Alcalá de Henares.
El experto Andrés Montero sostiene que la EMDR y la ansiedad generalizada están vinculadas porque la aplicación de la técnica genera una reacción neurofisiológica que contrarresta este padecimiento. Para este psicólogo, la razón se fundamenta en las causas que generan el cuadro de ansiedad, patología que está afectando cada vez a más personas.
Incidencia de la ansiedad generalizada en España
Las autoridades sanitarias en España sostienen que la ansiedad es ya el problema de salud más frecuente en el país. El Ministerio de Sanidad ha llegado a esta conclusión tras recoger los datos estadísticos de los servicios de atención primaria. Según estos, el 6,7 % la población padece algún trastorno de ansiedad.
De todos ellos, los pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) ocupan entre el 3 % y el 5 % la población adulta del país. Los expertos advierten, sin embargo, que la cifra real puede ser muy superior, ya que el estudio solo recoge los casos oficialmente diagnosticados. Lo que sí se ha determinado es que las mujeres lo sufren más que los hombres.
Entre las causas de la ansiedad generalizada se encuentran: cambios significativos en la manera de vivir, experiencias negativas o traumáticas tanto en la infancia como en el pasado a inmediato o medio plazo. Algunas investigaciones indagan sobre la posible predisposición genética de algunas personas a desarrollar esta patología. Sin embargo, Montero sostiene que se trata de un cuadro muy común en adultos y que puede afectar incluso a niños.
EMDR y la ansiedad generalizada
El portavoz de Ethos Psicólogos explica que el TAG se determina cuando la persona muestra una preocupación recurrente sobre muchas cosas de manera desproporciona. Esta preocupación constante genera una alta ansiedad que el paciente manifiesta no poder controlar, desmejorando así su calidad de vida. En esos casos, tanto la terapia cognitivo-conductual como la terapia basada en EMDR es la mejor alternativa.
Andrés Montero detalla que, tal y como ocurre con los trastornos postraumáticos, la ansiedad es el resultado de pensamientos mal procesados que llevan a conclusiones erróneas. Esto puede ser a consecuencia de la visión distorsionada de una realidad o una creencia. Todo ello genera información que almacena el cerebro y que puede resultar perturbadora para el paciente.
Lo que hace la técnica del EMDR es que mediante la estimulación bilateral visual, táctil o auditiva se genera un estado fisiológico. Este favorece el desplazamiento de la información mal procesada que genera la perturbación y la reprograma en el cerebro, haciendo que sus aspectos negativos pierdan fuerza. De esta manera, se desechan los elementos que causan los síntomas de ansiedad en el paciente. El resultado es una estabilidad emocional duradera.