La ciudad de Gijón, en España, ha dado un paso histórico al dejar de exigir las etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT) a los vehículos. Esta medida, impulsada por el cambio de color político en el ayuntamiento, pone fin a las restricciones basadas en el nivel de emisiones contaminantes de los coches. Ahora, cientos de personas que pensaban que se verían obligadas a cambiar sus vehículos para acceder a ciertas zonas o continuar trabajando en la ciudad podrán seguir utilizando sus coches gracias a esta nueva decisión.
5El final de la discusión
El fin de las etiquetas de la DGT afectará tanto a los residentes de Gijón, que ya no tendrán que preocuparse por obtener la etiqueta correspondiente, como a los visitantes de la ciudad. Ahora, no habrá distinciones entre vehículos más o menos contaminantes, lo que ha sorprendido a muchos. La derogación de esta medida ha puesto fin a una polémica que en su momento generó debates y controversia entre los ciudadanos y las autoridades locales.