Las elecciones de este 23-J han ofrecido un resultado extremadamente ajustado entre las cuatro principales fuerzas políticas del país. Una situación que, tras la celebración de los comicios y el recuento de los votos, hace casi imposible un acuerdo de formación de Gobierno. Un contexto de bloqueo político que, de no solventarse gracias al apoyo de Junts a uno u otro bloque político, llevaría a los ciudadanos españoles a volver a enfrentarse a las urnas. Esta vez, en las vacaciones de Navidad.
En sentimiento ciudadano era claro antes de la celebración de las elecciones de este 23 de julio. Una sensación que también parecía estar reflejada en los sondeos y encuestas realizadas a la población española en los últimos meses. Un sentimiento que parecía establecer que el partido Popular ganaría las elecciones presidenciales, convirtiéndose Alberto Núñez-Feijóo en el nuevo presidente del Gobierno, siguiendo así la línea de lo acontecido en los comicios del 28M en Madrid.
Sin embargo, los comicios generales provocaban una gran sorpresa. Y es que, lejos de que las filas populares hayan podido conseguir la esperada mayoría, los resultados de las urnas han sido extremadamente ajustados, «empatando» el bloque de izquierdas (PSOE y Sumar) con el bloque de derechas (PP y Vox) en los resultados electorales. En concreto, el Partido Popular conseguía alcanzar los 136 escaños, seguido del PSOE, con 122, y posicionándose Vox, con 33 escaños, como la tercera fuerza, seguido muy de cerca por Sumar, que se quedaba en los 31 escaños.
Resultados muy ajustados de ambos bloques que parecen hacer casi imposible que ninguno de los dos principales candidatos a la Moncloa, Feijóo y Sánchez, consigan apoyos suficientes para conformar Gobierno. Especialmente, debido a la fuerza de Junts que, con 7 escaños, se ha convertido en la llave de la próxima legislatura.
NUEVAS ELECCIONES: ESTA VEZ, EN NAVIDAD
Una llave que, sin embargo, está muy lejos de poder desbloquear la actual situación de empate técnico entre el PP y el PSOE de cara a conformar gobierno. Y es que, poco después de conocerse los resultados casi definitivos de las elecciones, era la propia portavoz de Junts la que confirmaba ante los medios de comunicación que la formación independentista no está dispuesta a dar una estabilidad política al Gobierno de España. No, al menos, de no conseguir un compromiso en firme de PP o PSOE para algunas de las tradicionales exigencias del independentismo catalán, como es la amnistía o un referéndum vinculante en Cataluña.
Falta de apoyos suficientes que parecen dejar al PP y al PSOE en una complicada situación. Especialmente, para el actual presidente del Gobierno. Así pues, o bien Pedro Sánchez «cede» ante Feijóo, y permite gobernar a la lista más votada (algo altamente improbable, después de negarse el socialista a firmar ese acuerdo durante el cara a cara con Feijóo), o bien los españoles volverán en los próximos meses a las urnas para volver a votar nuevamente por un líder nacional.
Unas segundas elecciones que, tal y como ha podido saber este diario, coincidirían nuevamente con fechas muy señaladas para los españoles. En concreto, con las vacaciones de Navidad, pudiendo coincidir, o bien con la celebración de la Navidad del 25 de diciembre, o incluso coincidir con la celebración de un momento tan emotivo para los más pequeños de la casa como es la noche de los Reyes Magos.
Una coincidencia que hará que el «regalo» de las principales formaciones políticas a todos los españoles no sea otro que un nuevo encuentro con las urnas, que no sólo podría poner en riesgo la celebración de la Navidad en muchos hogares, sino que supondrá un nuevo gasto astronómico de las arcas públicas españolas en plena crisis económica del país.
