Madrid es una ciudad conocida por la arquitectura impresionante de sus edificios y su rica historia. Sin embargo, también cuenta con algunos edificios sorprendentemente raros, extraños e inusuales. Desde una casa con forma de huevo hasta un edificio que parece un caracol gigante, estos son los 6 edificios más raros que se pueden encontrar en la capital española.
¡Prepárate para sorprenderte y maravillarte con estas estructuras únicas! Y de eso va nuestro post de hoy, así que sigue leyendo para que conozcas algunas de sus características, que los hacen los edificios más raros de Madrid.
3Las Torres Blancas
Las Torres Blancas es un complejo de edificios ubicado en la zona de Cuatro Caminos de la ciudad. Fue diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza y construido entre 1964 y 1969. Algunas de las características más destacadas de este conjunto de edificios son las siguientes:
- Forma: Las Torres Blancas se componen de tres torres de forma cilíndrica, cada una de ellas con una altura de 71 metros. Las torres están conectadas entre sí por pasarelas.
- Materiales: Los materiales empleados en la construcción de Las Torres Blancas son principalmente hormigón armado y vidrio. También se han utilizado otros materiales como la madera y el ladrillo, pero en menor medida.
- Funcionalidad: Las Torres Blancas se construyeron como viviendas de lujo, y cuentan con un total de 237 apartamentos repartidos en las tres torres. Además, en el conjunto de edificios también se encuentran diversos servicios como una piscina, una sauna, una pista de tenis, una lavandería y un espacio de ocio para niños.
- Innovación: En el momento de su construcción, Las Torres Blancas se consideraron una obra de vanguardia en el mundo de la arquitectura. Por ejemplo, el uso de las pasarelas para conectar las torres fue una solución novedosa y práctica.
- Estilo: Las Torres Blancas se enmarcan dentro del movimiento arquitectónico conocido como brutalismo. Este estilo se caracteriza por el uso de materiales en bruto y la expresión de la estructura y la geometría del edificio. Las Torres Blancas son un ejemplo de cómo el brutalismo puede combinarse con la funcionalidad y la elegancia.