Los seres humanos tenemos millones de virus, bacterias y hongos viviendo con nosotros. Pero también tenemos pequeños animales que nunca nos abandonan. Es el caso de Demodex folliculorum, una especie de arácnidos que viven en la piel de nuestra cara. Estos pequeños seres se alimentan del sebo que se genera en los poros, ahí viven, se alimentan y se aparean.
En la piel de nuestra cara no tienen que competir con otras especies ni por alimento ni por aparearse. No tienen depredadores y, generalmente, no llegan a ser molestos. Además, no conseguimos verlos a simple vista, ya que miden 0,3 milímetros de largo y son cada vez más simples. En un reciente estudio comprobaron que sus patas cuentan solo con tres músculos unicelulares, que les bastan y les sobran para moverse entre poro y poro buscando alimento y parejas de apareamiento.