El silencio se puede escuchar. Lo hacen todos los españoles cada vez que imaginan en su mente el gol de Andrés Iniesta a Países Bajos (antes comúnmente conocida como Holanda) en la final del Mundial que ganó España en 2010. Un gol que convirtió en universal a la selección española de fútbol.
El recuerdo eterno de la noche del 11 de julio de 2010 en Sudáfrica. Pocas cosas tienen tanto pegamento para unir a los españoles como la selección y ese triunfo fue una muestra de ello. Cada año suena con más fuerza aquello que dijo el narrador Alfredo Martínez después del tanto de Iniesta, presumiendo de orgullo patrio: “¡Qué grande es nacer español”. Adidas era el patrocinador técnico de la selección campeona en Sudáfrica.
LA FOTOGRAFÍA DE INIESTA
Hay una fotografía que se podría haber hecho en cada rincón de España en el minuto de oro de la prorroga que llevó a España a su mayor éxito en el fútbol. La instantánea de la expectación, paralizante en algunos casos. Es como si el tiempo no pasara, si se detuviera a la espera del momento decisivo. Fue musical, un segundo mágico. La situación soñada por todos los que han jugado fútbol: una pelota botando para reventarla y aprovechar la vulnerabilidad del portero, más solo que nunca ante un futbolista de disparo monumental.
en muchos países de América Latina, la victoria de España se sintió como propia
En ese instante Iniesta, que llegó con muchas inseguridades a la cita mundialista, reventó la pelota. Era gol o gol, algo que se sabía desde el momento en el que el pie de oro del jugador del Barcelona golpeo el cuero. Fue una eternidad para los que presenciaban el partido en cualquier parte del mundo. Mucho más para los españoles, aunque en muchos países de América Latina, la victoria de España se sintió como propia.
CARACAS COMO MADRID
Un claro ejemplo de ello fue la celebración que se vivió en Caracas (Venezuela) con motivo de la victoria de España en el Mundial de 2010. Se repetía aquello que pronunciaron varios analistas en 1986 en la Copa del Mundo de México con motivo del choque de cuartos de final en el que España jugó con Bélgica en Puebla después de arrasar a Dinamarca en “La Corregidora” de Querétaro. “Puebla parecía Sevilla”. En 1986 España perdió en los penaltis, pero 2010 ‘La Roja’ se llevó el título y protagonizo lo que fue un “Sueño de una noche de verano”. Un sueño eterno que cada año vuelve al imaginario colectivo.
El sueño fue de inicio una pesadilla. Y es que, contra todo pronóstico, España perdió con Suiza en el choque con el que abrió la fase de grupos. Ese partido llenó de dudas a la afición española, sobre todo porque los medios de comunicación hicieron mucha ‘sangre’ con la derrota.
España se sobrepuso a la derrota ante Suiza en el primer partido
Sin embargo, España se sobrepuso. Lo hizo sin brillantez, pero con eficacia. También con un poco de suerte. Ganó sin apuros a Honduras y venció a Chile 2-1 en un partido en el que Villa anotó un golazo despúes de una salida alocada del portero chileno Claudio Bravo. Iniesta, en una gran jugada colectiva, anotó un golazo. España, resistió las arremetidas de la selección chilena y se plantó en octavos de final.
DE PORTUGAL A PAÍSES BAJOS
El rival fue la poderosa Portugal, con Cristiano Ronaldo a la cabeza. Un partido durísimo, con una gran defensa lusa, pero, de nuevo el talento de los centrocampistas españoles y el oportunismo del delantero con mayúsculas de ‘La Roja’, David Villa, llevaron a España a pasar el corte. 1-0 y la muralla paraguaya de un viejo conocido de la afición española: Tata Martino, el que fue entrenador del Barcelona.
España no encontraba espacios y se pudo quedar fuera ante PARAGUAY si no es porque Iker Casillas paró un penalti
El encuentro fue brutal. España no encontraba espacios y se pudo quedar fuera si no es porque Iker Casillas paró un penalti. Mucho sufrimiento, una pena máxima fallada por el casi infalible Xabi Alonso y un penalti a Cesc en el que el colegiado se hizo el loco llevaron la preocupación a la afición española. Sin embargo, tocado por una varita celestial, David Villa marcó un gol que besó los palos de la portería paraguaya antes de entrar. España estaba en semifinales. Esperaba el ogro alemán.
LA JUGADA ENSAYADA DE PUYOL Y XAVI HERNÁNDEZ
Los gigantes germanos no se sabían la jugada que ensayaban a menudo Xavi Hernández y Puyol, que tras un saque de esquina botado por Xavi, llegó desde atrás para rematar de cabeza con la fuerza de un huracán y colocar a España en la final.
El día más esperado, con mucho sufrimiento y 120 minutos de juego, Iniesta marcó «el gol de todos» y llevó a España a ganar el Mundial 2010.