Con la llegada del verano y del buen tiempo, pasamos mucho más tiempo al aire libre, ya sea paseando por la ciudad, disfrutando de unas vacaciones en la playa o en la montaña, o pasando un día en la piscina o en un parque de atracciones. En cualquiera de estas situaciones, y en otras similares, ocurre lo mismo: nuestro tiempo de exposición al sol aumenta.
Aunque la sensación de estar al sol sea incomparable, no olvides que los rayos de sol vienen acompañados de los temibles rayos UV, responsables de los daños en la piel y de enfermedades tan graves como el cáncer.
Según los expertos dermatólogos, para disfrutar de un verano de manera segura es esencial contar con una rutina de cuidado de la piel que incluya protectores solares. Para ayudarte a conseguir este objetivo, puedes adquirir todo tipo de protectores en una farmacia online como FarmaZara. Además, en este artículo te contamos en qué consiste este tipo de protección solar y cómo utilizarla para maximizar su efectividad.
¿Qué son los protectores solares y por qué son importante?
Un protector solar es un tipo de sustancia que se aplica directamente sobre la piel para evitar que la dañen los rayos ultravioleta (UV) que emite el sol. Como dijimos al principio, es importante protegerse de estos rayos por los daños en la salud que pueden producir.
Además, los rayos UV también provocan el oscurecimiento de la piel y el deterioro del colágeno. Esto puede provocar manchas marrones, arrugas y fragilidad cutánea, y afecta a la capacidad de la piel para funcionar como barrera contra el medio ambiente.
¿Qué es el SPF?
El factor de protección solar, conocido comúnmente como SPF, es un número que se utiliza para indicar la eficacia de un protector solar a la hora de bloquear la radiación de los rayos UVB, no la de los rayos UVA.
De esta manera, a la hora de comprar un protector solar facial, dado que el rostro tiene la piel más delicada, te interesa un SPF 50+, el más alto. Mientras que para el resto del cuerpo un SPF 30 puede ser suficiente.
Cómo elegir un protector solar
Para garantizar que este verano ni tú ni tus seres queridos sufrís quemadoras ni exponéis a riesgos innecesarios vuestra piel, elige un protector solar que ofrezca:
- Utiliza protectores solares de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB.
- Un SPF alto, (50 para la cara y 30 o superior para el cuerpo).
- Resistente al agua. Esto significa que el protector solar proporciona protección al nadar o sudar durante un cierto tiempo.
Mientras cumplan estas condiciones, da igual el formato de protector que elijas, ya sea en crema, loción barra o spray.
Cómo aplicar el protector solar
Incluso cuando la gente utiliza protectores solares, a menudo no se aplica la cantidad suficiente o no lo hace de forma correcta. Esto lo único que consigue es que no sean del todo efectivos.
Para conseguir los mejores resultados, sigue estas pautas:
- Aplica el protector por toda la piel que no quede cubierta por la ropa.
- Suele bastar con 30 gramos de protector solar para cubrir todo el cuerpo, pero si lo necesitas ajusta la cantidad en función del tamaño de tu cuerpo y del vello corporal.
- El protector solar debe aplicarse entre 15 y 30 minutos antes de salir al exterior sobre piel seca.
- Reaplica el protector cada 2 horas aproximadamente, o más a menudo después de nadar o sudar mucho.
- Usa un bálsamo de labios con protector solar para protegerlos.
En cuanto a los más pequeños, no olvides nunca proteger a los mayores de 6 meses del sol con protectores del máximo nivel SPF. Respecto a los menores de 6 meses, lo mejor es evitar la exposición directa, ya sea colocándolos en la sombra o cubriéndolos con ropa, pero si fuera necesario, también puedes aplicarles protector solar en las zonas expuestas, como la cara y las manos del bebé.
Tu rutina de cuidado de la piel es importante durante todo el año, de hecho, deberías incluir la protección solar incluso en invierno. Sin embargo, en verano debes extremar la precaución para evitar los daños del sol, sobre todo cuando estés disfrutando de un día fuera.