Un diente de oro no es más que una corona o funda de oro, es por lo tanto, una prótesis colocada en una pieza dental rota o fracturada con el fin de reforzar su estructura y su estética. Las decoraciones u ornamentos de dientes de oro se remontan a hace 4.000 años en el sudeste asiático.
La modificación dentaria, dorada, ennegrecida o limada, era una forma de embellecerse y demostrar estatus. En Luzon, una isla de Filipinas, los primeros vestigios de dientes de oro se remontan a los siglos XIV y XV. En todos los tiempos y culturas, el diente de oro ha sido usado como símbolo de una posición social alta y de riqueza. Las motivaciones para colocarse un diente de este tipo pueden ser diversas, como una caries irreparable, una fractura o rotura dental y otros problemas similares. Y es una gran opción por la resistencia del material.