Las gambas rebozadas son un plato popular en todo el mundo, y es que la combinación de gambas frescas y un crujiente rebozado es difícil de resistir. De hecho, son las reinas de las tapas en España. Sin embargo, conseguir que las gambas queden crujientes puede ser todo un desafío. Si el rebozado no se adhiere bien a las gambas, o si se queda blando después de freír, el resultado no será el deseado.
8Nuevamente, el aceite es el protagonista para elaborar las gambas rebozadas
Para terminar, es necesario freír las gambas con gabardina en abundante aceite caliente. Es importante controlar la temperatura del aceite para evitar que esté demasiado fuerte y las gambas se doren demasiado por fuera y queden crudas por dentro, o que esté demasiado bajo y las gambas queden aceitosas.
De esta forma, se logrará un crujiente perfecto en el rebozado. Se recomienda freírlas durante un par de minutos por cada lado y luego servirlas acompañadas de una buena cerveza, para disfrutar de un aperitivo de lujo. Con estos sencillos pasos, se podrá elaborar una deliciosa y crujiente tapa de gambas con gabardina en casa.