Las gambas rebozadas son un plato popular en todo el mundo, y es que la combinación de gambas frescas y un crujiente rebozado es difícil de resistir. De hecho, son las reinas de las tapas en España. Sin embargo, conseguir que las gambas queden crujientes puede ser todo un desafío. Si el rebozado no se adhiere bien a las gambas, o si se queda blando después de freír, el resultado no será el deseado.
5Elaboración de las gambas rebozadas
Para elaborar gambas rebozadas crujientes, comenzamos pelando las gambas y dejando solo la colita, además de retirarles la tripa. Luego, las lavamos cuidadosamente y las reservamos. En un mortero, machacamos un diente de ajo junto con perejil fresco lavado y un poco de aceite de oliva. Esta mezcla la reservamos para más tarde.
En un bol, mezclamos harina, sal, levadura, la picada de ajo y perejil, y añadimos un huevo. Mezclamos todo un poco. Posteriormente, añadimos cerveza muy fría al bol poco a poco, hasta lograr una masa con la consistencia adecuada para el rebozado, que no sea muy líquida ni muy espesa. Si se desea, podemos añadir un poco de colorante para darle una apariencia dorada característica a los rebozados. Mezclamos todo bien y dejamos reposar la masa en la nevera durante 30 minutos.