Las gambas rebozadas son un plato popular en todo el mundo, y es que la combinación de gambas frescas y un crujiente rebozado es difícil de resistir. De hecho, son las reinas de las tapas en España. Sin embargo, conseguir que las gambas queden crujientes puede ser todo un desafío. Si el rebozado no se adhiere bien a las gambas, o si se queda blando después de freír, el resultado no será el deseado.
3¿Y cómo se logran unas gambas rebozadas perfectas?
Para lograr que las gambas queden con un rebozado crujiente por fuera y esponjoso por dentro, lo mejor es utilizar cerveza bien fría en la masa orly, que es un tipo de rebozado especial para pescados, como las gambas rebozadas, los calamares o las tiras de merluza. Esta masa se elabora con harina, huevo, sal, un poco de levadura y cerveza fría.
Además, se puede añadir un poco de colorante o cúrcuma para conseguir el característico tono dorado de las gambas rebozadas a la gabardina. Con estos ingredientes y una adecuada técnica de fritura, se obtendrán unas deliciosas gambas con gabardina que seguro sorprenderán a los comensales.