La fabada asturiana es reconocida como el plato por excelencia de la región, y cada cocinero tiene su propia forma de prepararla. Si bien existen diferencias en las recetas, hay ciertas condiciones que todos respetan: utilizar ingredientes de la mejor calidad y cocinar con paciencia. No se agregan más elementos que los especificados en esta receta, ya que podrían alterar el sabor final y desvirtuar la esencia de la fabada.
7Los ingredientes son el gran secreto
La clave de una buena fabada radica en la elección de ingredientes de calidad. Las fabes, o alubias blancas, deben ser tiernas y cremosas al paladar. Los chorizos y las morcillas, por su parte, aportan ese sabor ahumado y especiado que realza el conjunto del plato. El lacón y el tocino añaden un toque de jugosidad y sabor salado que se integra perfectamente con las fabes.