El Puerto de Copenhague fue una vez un centro de la actividad marítima y el Puente de los Círculos es un testimonio de su historia. Se trata de un puente móvil formado por cinco círculos, creado para el paso de peatones y bicicletas.
La construcción es una de las más curiosas del mundo dentro de su categoría, está creado bajo un diseño de zigzag que busca que los peatones reduzcan el paso y tomen un descanso. La plataforma se extiende en unos 40 metros de largo atravesando el canal Christianshavn.
Un aspecto curioso del puente tiene que ver con los mástiles que porta. Cada una de las plataformas circulares tiene una especie de mástil, que es usado como una referencia por los barcos que navegan por las vías fluviales de dicho canal.